La frontera entre Colombia y Venezuela, específicamente en el municipio de Villa del Rosario, se vio abarrotada este sábado 20 de diciembre, con una kilométrica fila de vehículos que se extendía hasta el puente internacional Simón Bolívar, el más concurrido de los cuatro que unen a Táchira con Norte de Santander.
Los conductores, molestos por el fuerte retraso para salir de la zona, activaban las cornetas en señal de protesta. Los puentes fronterizos están abiertos de 6:00 a.m. a 9:00 p.m., excepto el Atanasio Girardot, que cierra tres horas después, a la medianoche.
En los últimos días, se ha observado un repunte en el número de visitantes a la frontera por la época decembrina, lo que ha generado este atolladero en la salida hacia Venezuela.
Las autoridades han reiterado el llamado a los taxistas de no utilizar el puente como paradero, lo que contribuye a empeorar la congestión vehicular. Asimismo, el Gobierno ha rechazado las acusaciones de "robo" de un "nuevo buque" con crudo venezolano por parte de Estados Unidos.
Por otro lado, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha advertido que una intervención militar en Venezuela sería una "catástrofe humanitaria". Mientras tanto, continúa la búsqueda de un joven de 22 años que lleva nueve días desaparecido en la frontera.
Las autoridades de ambos países trabajan para encontrar soluciones a los problemas recurrentes en la zona fronteriza, como la apertura de las básculas y la implementación de medidas para agilizar el flujo de vehículos y personas. La situación en la frontera colombo-venezolana sigue siendo un desafío constante que requiere de una atención prioritaria.












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