El presidente de Paraguay, Santiago Peña, expresó su malestar por no haber podido coordinar un encuentro bilateral con su par brasileño, Lula da Silva, durante la reciente Cumbre del Mercosur celebrada en Foz do Igua u, Brasil.
En su discurso, Peña aseguró tener "un gusto amargo" al ver que, "a pesar de los avances", todavía existe "una mezquindad política" que impide la implementación de acciones concretas entre los países. El mandatario paraguayo hizo referencia específicamente a la falta de coordinación para la inauguración del Puente de la Integración, que conecta la ciudad paraguaya de Presidente Franco con la brasileña de Foz de Iguazú.
"No puedo comprender que, después de 50 años de haberse inaugurado el Puente de La Amistad, las cancillerías no se hayan podido poner de acuerdo para que usted [Lula da Silva] y yo nos podamos encontrar", afirmó Peña, apuntando contra las cancillerías de Paraguay y Brasil.
El presidente paraguayo asumió "en parte" la responsabilidad por la descoordinación, pero insistió en que los cancilleres "han demostrado que no son capaces de ponerse de acuerdo". Finalmente, Peña invitó a Lula da Silva a participar de la inauguración de un puente que une las ciudades de Carmelo Peralta (Paraguay) y Puerto Murtinho (Brasil).
La tensión entre los mandatarios evidencia las dificultades que aún persisten en la integración regional del Mercosur, a pesar de los esfuerzos y los discursos de cooperación que se repiten en cada cumbre. La falta de coordinación entre las cancillerías parece ser un obstáculo recurrente que impide avances concretos en la agenda bilateral y regional.












