La dictadura de Nicolás Maduro en Venezuela ha sido señalada por años como un narcoestado, con el propio presidente a la cabeza de una red criminal que controla el tráfico de drogas en la región. Ahora, nuevos testimonios revelan que Maduro no solo heredó y protegió a los grandes capos del narcotráfico, sino que se convirtió en el líder máximo del "Cartel de los Soles", superando incluso al legendario Pablo Escobar.
Según fuentes de inteligencia y declaraciones de exnarcotraficantes, Maduro logró consolidar un poder criminal sin precedentes en Venezuela, convirtiéndose en el capo supremo de toda la actividad del narcotráfico en el Caribe. A diferencia de Escobar, quien murió acorralado en un barrio pobre de Colombia, Maduro ha logrado mantenerse en el poder por más de una década, protegido por las Fuerzas Armadas y una red de corrupción que abarca todos los niveles del Estado.
Los testimonios revelan que Maduro no solo heredó la estructura criminal montada por los Castro en Cuba, sino que la expandió y modernizó, convirtiendo a Venezuela en el principal centro de acopio y distribución de cocaína en la región. Desde allí, el "Cartel de los Soles" controla el tráfico hacia Estados Unidos, Europa y Asia, generando ganancias multimillonarias que le han permitido a Maduro financiar su régimen y aplastar cualquier intento de oposición.
A diferencia de otros capos, Maduro ha logrado tejer una red de complicidades a nivel internacional, con ramificaciones en países como Rusia, Irán y China, que le han permitido evadir los esfuerzos de Washington por desmantelar su estructura criminal. Incluso, se ha aliado con grupos terroristas como las FARC y el Hezbolá, convirtiéndose en una amenaza regional.
Mientras el mundo observa atónito cómo Maduro se aferra al poder en Venezuela, las autoridades internacionales siguen buscando la forma de desarticular este peligroso "Cartel de los Soles" que ha superado en alcance y crueldad a los peores cárteles de la historia.











