Las aulas de algunos colegios de la región ya no son espacios de convivencia pacífica, sino que se han convertido en escenarios de hostigamiento entre los propios alumnos. Según la plataforma SíSeVe del Ministerio de Educación, al cierre del año escolar los casos de acoso escolar aumentaron a 1,281, en comparación con los 1,192 reportados el año pasado y los 995 del 2023, lo que representa un preocupante incremento.
La violencia psicológica es la que predomina, seguida de la física y la sexual. Los colegios con más casos de bullying se ubican en zonas urbanas, siendo la UGEL Norte la que lidera las cifras con un crecimiento sostenido, pasando de 382 casos en 2023 a 505 reportes en lo que va de este año. Una tendencia similar se observa en la UGEL Sur, que escaló de 364 a 453 casos en el mismo periodo.
En el interior de la región, la situación también muestra una tendencia al alza en la mayoría de las provincias. En Caravelí, los reportes subieron gradualmente de 51 a 65 casos anuales, mientras que en la UGEL Caylloma el incremento ha sido exponencial, saltando de 81 incidentes en 2023 a 132 en 2025. Otras zonas como Castilla y Condesuyos mantienen cifras menores.
En contraste, solo dos provincias lograron mostrar cifras favorables este año. La UGEL Islay destaca por ser la única con una reducción significativa, logrando bajar de 52 casos en 2024 a solo 24 en 2025, lo que representa una disminución de más del 50%. Por su parte, la UGEL La Unión también registró un ligero descenso al pasar de 25 a 19 reportes.
Según la jefa de la oficina defensorial, Andrea Sarayasi, la región ocupa el segundo lugar a nivel nacional en violencia escolar. En su despacho recibieron 43 casos relacionados con la vulneración de derechos de niños, niñas y adolescentes, centrándose principalmente en situaciones de violencia, de los cuales 15 expedientes corresponden específicamente al ámbito escolar, abordando tanto el acoso entre estudiantes (bullying) como la violencia ejercida por el personal hacia el alumno.
Más allá de la atención inmediata, se impulsa una estrategia preventiva y de fiscalización para erradicar estas conductas. Esto abarca desde la organización de ferias y capacitaciones sobre protocolos de atención y trata de personas hasta la supervisión rigurosa de los registros en la plataforma SISEVE. Sin embargo, la falta de suficientes psicólogos para atender a los alumnos o víctimas de acoso escolar sigue siendo un desafío, como lo evidencia el hecho de que la UGEL Norte, que lidera los casos de bullying, apenas cuenta con seis psicólogos para más de 1,500 instituciones educativas.
Es evidente que se necesitan políticas más efectivas y un mayor compromiso de las autoridades para abordar este preocupante fenómeno y garantizar la seguridad y el bienestar de los estudiantes en los colegios de la región.












