La cosecha de trigo en Uruguay está culminando con rendimientos récord, pero enfrenta un panorama desafiante de precios bajos a nivel global. Según la información recopilada, la producción total de trigo en el país rondará los 1,5 millones de toneladas, con un rendimiento promedio de 4.900 kilos por hectárea, el segundo más alto de la historia.
Sin embargo, esta excelente productividad se ve opacada por la caída de los precios internacionales del cereal. Los valores actuales en los puertos de Rosario, Argentina, rondan los US$ 165-170 por tonelada, muy por debajo de los US$ 200 que los productores uruguayos habían presupuestado para esta zafra.
Uno de los principales problemas es el bajo contenido de proteína en gran parte de la cosecha, lo que compromete la calidad panadera y complica la comercialización. Según datos de INIA, el promedio de proteína se ubica cerca del 11%, cuando lo ideal para la exportación sería 11,5% o incluso 12%. Esto genera descuentos de entre US$ 10 y US$ 15 por tonelada para el trigo de menor calidad.
"El que tenga trigo con buenos datos de proteína que lo haga valer porque la molinería lo va a necesitar", afirmó el consultor argentino Javier Preciado Patiño. Sin embargo, solo una proporción menor de la producción alcanzará los estándares requeridos, mientras que buena parte del trigo se acerca a los niveles de "trigo forrajero".
Esto complica aún más la situación, ya que el trigo de baja proteína debe ser colocado en mercados más lejanos y de menor poder adquisitivo, encareciendo los fletes. Según estimaciones, el precio neto al productor para este tipo de trigo podría ubicarse entre US$ 170 y US$ 180 por tonelada.
Los investigadores de INIA señalan que el manejo de la fertilización fue uno de los factores que incidió en esta situación, con muchos productores optando por reducir las aplicaciones de nitrógeno en el tramo final del ciclo, lo que habría generado una "dilución" de la proteína.
Ante este panorama, los productores enfrentan un escenario desafiante para la próxima siembra. Alejandro Solsona, vicepresidente de Copagran, afirmó que "la proyección de trigo para el año que viene no es muy alentadora; a los precios de hoy y con los rendimientos históricos el margen es negativo".
Además, existe la posibilidad de que algunos productores opten por aumentar el área destinada a otros cultivos de invierno, como colza, carinata o camelina, en detrimento del trigo. Todo ello en un contexto de precios internacionales del cereal que no encuentran piso y siguen a la baja.











