En una jornada de terror, la capital de Taiwán vivió un violento ataque este viernes cuando un hombre armado con cuchillo y bombas de humo agredió a transeúntes en zonas concurridas de Taipei, dejando al menos 4 muertos y 6 heridos hospitalizados. El agresor, identificado como Chang Wen de 27 años, se quitó la vida al lanzarse desde un edificio mientras era perseguido por la policía.
El episodio comenzó cerca de las 5:24 pm hora local en la Estación Central de Taipei, donde el atacante lanzó bombas de humo para interrumpir el servicio ferroviario. Luego se dirigió a una zona comercial cercana, donde acuchilló y agredió indiscriminadamente a pasajeros y peatones en la calle. Posteriormente, continuó con los ataques en distintos pisos de la tienda departamental Eslite Spectrum Nanxi, generando escenas de pánico entre quienes huían o resultaban heridos en el cuello y el rostro.
Las autoridades confirmaron que entre las víctimas fatales se encuentra un hombre de 57 años que intentó detener al agresor, otro que sufrió un paro cardíaco tras la inhalación de humo y un tercero que no resistió pese a los intentos de reanimación en el Hospital de la Universidad Nacional de Taiwán.
Se supo además que el atacante tenía una orden de arresto por incumplimiento de la ley de servicio militar obligatorio, tras no asistir a un entrenamiento de reserva en noviembre de 2024 ni notificar su cambio de residencia. En transmisiones previas en redes sociales, había mostrado signos de descontento con las autoridades.
El ataque ocurre en un momento de alta sensibilidad para la isla, marcada por tensiones políticas y un clima de inseguridad creciente. El presidente Lai Ching-te anunció medidas reforzadas de seguridad en estaciones de tren y centros de transporte, mientras el primer ministro Cho Jung-tai ordenó elevar la vigilancia en espacios públicos.
La situación recuerda la vulnerabilidad de las ciudades ante ataques sorpresivos y la necesidad de protocolos más estrictos. En un país que se prepara para las celebraciones de fin de año, el hecho genera preocupación sobre la capacidad de respuesta frente a amenazas internas.
El ataque en Taipei deja al descubierto la fragilidad de la seguridad urbana y la amenaza que representan individuos armados en espacios públicos. Con tres muertos y varios heridos, el incidente marca un duro golpe para Taiwán en vísperas de las celebraciones de fin de año.












