Las principales centrales obreras y confederaciones de pensionados de Colombia (CUT, CGT, CTC, CPC y CDP) han presentado sus salvedades al Ministerio de Trabajo sobre la propuesta de aumentar el salario mínimo en un 16% para el próximo año. En su documento, las organizaciones señalan que el aumento debe ir más allá de la inflación para garantizar un "salario mínimo vital y móvil" respaldado por la Constitución y la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Las centrales cuestionaron los argumentos que advertían que un incremento por encima de la inflación podría generar más desempleo, informalidad o presiones inflacionarias. Indicaron que en los últimos aumentos superiores al IPC no se han visto desequilibrios macroeconómicos significativos.
Por su parte, las confederaciones de pensionados advirtieron que un alza muy por encima del IPC podría afectar a los pensionados que reciben mesadas superiores al mínimo.
Ahora, el Ministerio de Trabajo analizará las propuestas de los empresarios y las centrales obreras para decidir si se convocan jornadas extraordinarias para llegar a un acuerdo o si finalmente el salario mínimo del próximo año se decretará.
La discusión sobre el salario mínimo es un tema clave en la economía colombiana, pues impacta directamente en el poder adquisitivo de millones de trabajadores y pensionados. Las centrales obreras buscan garantizar un ingreso digno, mientras que los empresarios temen que un aumento excesivo pueda afectar la competitividad y el empleo.
El presidente de la Andi, por ejemplo, alertó que actividades esenciales como la minería y la construcción ya muestran un crecimiento "muy por debajo de su potencial", lo que podría complicarse aún más con un alza salarial significativa.
En los próximos días se conocerá la decisión final del Gobierno sobre el ajuste del salario mínimo para 2023, en medio de una compleja coyuntura económica marcada por la inflación y la recuperación post-pandemia.
