La violencia registrada el 8 de diciembre del 2025 en la frontera entre Guatemala y México evidenció un cambio profundo en la dinámica del crimen organizado en la región. Según el analista mexicano en seguridad David Saucedo, estos hechos ya no pueden entenderse como incidentes aislados, sino como parte de una disputa territorial abierta entre poderosas estructuras del narcotráfico que han comenzado a trasladar a Guatemala los esquemas de violencia que por años han marcado a México.
Durante décadas, explicó Saucedo, existió en esa franja fronteriza una especie de "paz narca", basada en acuerdos tácitos entre mafias locales guatemaltecas y el cartel de Sinaloa. Sin embargo, este equilibrio comenzó a romperse con la llegada del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) a Chiapas, hace al menos tres o cuatro años.
El intento del CJNG por conquistar municipios y establecer control territorial detonó enfrentamientos directos con Sinaloa y dio paso al surgimiento de una tercera estructura, el llamado cartel Chiapas Guatemala (CCyG), con asociados locales que buscan un dominio diferenciado, a veces ligados coyunturalmente a Sinaloa o al CJNG.
"Hoy tenemos un conflicto importante en la región, derivado de la influencia de los carteles mexicanos en territorio guatemalteco", expuso Saucedo. Guatemala ya dejó de ser únicamente un país de paso para cargamentos de droga y migrantes, y comenzó a convertirse en un espacio en disputa.
Distintos hechos han marcado esta evolución, como la ejecución de siete guatemaltecos por un enfrentamiento entre el cartel de Sinaloa y el de Chiapas Guatemala a mediados del 2024, o el enfrentamiento armado en La Mesilla, Huehuetenango, en junio del 2025, cuando la Fuerza de Reacción Inmediata Pakal (FRIP) persiguió a un convoy del cartel Chiapas Guatemala (CCyG) que había cruzado indebidamente a territorio guatemalteco.
Según Saucedo, la principal señal es el incremento del homicidio doloso, pero también la aparición de mensajes criminales, narcomantas, amenazas en redes sociales y ataques directos contra autoridades de ambos países. Incluso, los grupos criminales ya no solo se mueven, ahora atacan: han lanzado investidas contra corporaciones de seguridad en Chiapas y contra el Ejército de Guatemala.
"Estas mafias, cuando llegan a Guatemala, a Ecuador o a otros países, replican exactamente los modelos de violencia que han utilizado en México. Eso es lo que estamos empezando a ver", puntualizó el analista.












