La promesa inicial de un Mundial "más inclusivo" para el 2026 en Norteamérica se ha visto seriamente comprometida por los elevados precios de las entradas anunciados por la FIFA. Los aficionados de todo el mundo se han mostrado furiosos ante lo que consideran un incumplimiento de las expectativas.
Según los datos revelados, un hincha deberá pagar al menos 60 dólares (30 mil colones) por la entrada más barata, incluso para la final. Para los grupos de seguidores oficiales de las selecciones, los precios pueden llegar a 500 dólares (250 mil colones) por boleto.
"El sentimiento general es de decepción", declaró Guillaume Aupr tre, portavoz de los Irrésistibles Fran ais, principal grupo de seguidores de la selección francesa. "Enseguida nos dimos cuenta de que esto ponía en peligro el sueño de muchos aficionados".
El politólogo argentino Christian Crivelli, asiduo asistente a Mundiales, considera que la FIFA intentó "llevar los precios históricos de reventa hacia los precios oficiales". Según Crivelli, la estrategia de la FIFA fue "decir: 'había gente que compraba una entrada a 60 dólares y luego la revendía a 500; ahora la vendemos nosotros a 500', y el choque es ese".
La asociación Football Supporters Europe (FSE) expresó su "indignación por los precios astronómicos impuestos por la FIFA a los aficionados más fieles". Incluso el primer ministro británico, Keir Starmer, cuestionó que la categoría más barata no sea suficiente.
Ante la reacción negativa mundial, la FIFA reaccionó y prometió boletos desde 60 dólares, incluso para la final, en la categoría más baja, reservados para aficionados oficiales afiliados a las federaciones. Sin embargo, para FSE, este giro evidencia fallas en la política de precios y no es más que "una mera táctica para calmar los ánimos".
Los altos valores han desalentado a muchos hinchas. Para el colombiano César Charry, "los precios están por las nubes y desaniman bastante". Su compatriota Daniel Ballén admitió que en su familia dejaron de compartir gastos cotidianos para poder seguir el Mundial, porque la pasión está por encima del costo. Incluso el DT de Escocia, Steve Clarke, lanzó una advertencia clara: "Que la gente no se endeude para ir al Mundial".
La promesa de un Mundial "más inclusivo" parece haberse esfumado con estos precios, que amenazan con alejar a los verdaderos aficionados de la fiesta del fútbol.
