El pasado sábado, un tiroteo en el campus de la prestigiosa Universidad de Brown, en Providence, Rhode Island, dejó un saldo de dos estudiantes muertos y nueve heridos.
Las autoridades informaron que el sospechoso del ataque, un ciudadano portugués de 48 años, fue hallado muerto después de quitarse la vida. Los estudiantes asesinados fueron identificados como Ella Cook, vicepresidenta de la asociación republicana de Brown, y Mukhammad Aziz Umurzokov, un joven de Uzbekistán que aspiraba a convertirse en neurocirujano.
El tiroteo ocurrió en un edificio donde se estaban realizando exámenes en el campus. La universidad ha enfrentado cuestionamientos, incluso del presidente Donald Trump, por la falta de seguridad, ya que ninguna de sus 1.200 cámaras de vigilancia estaba conectada al sistema de la Policía.
Este trágico incidente ha conmocionado a la comunidad universitaria y ha puesto en evidencia la necesidad de reforzar la seguridad en los campus para evitar que se repitan este tipo de hechos violentos. Las investigaciones continúan para determinar los motivos detrás del ataque.










