El partido de semifinal de la Supercopa de Italia entre Napoli y Milan terminó envuelto en polémica. Más allá del resultado final de 2-0 a favor del Napoli, que clasificó a la final, se denunciaron graves incidentes entre los banquillos de ambos equipos.
Según un comunicado oficial del Napoli, el entrenador del Milan, Massimiliano Allegri, habría insultado "gravemente y fuera de control" a Gabriele Oriali, mano derecha del técnico del Napoli, Antonio Conte. El club napolitano asegura que los insultos se produjeron "en presencia de decenas de personas al margen y en directo por televisión".
"El SSC Napoli condena firmemente la actitud del entrenador del Milan, Massimiliano Allegri, quien, durante la semifinal de la Supercopa de Italia, en presencia de decenas de personas al margen y en directo por televisión, insultó duramente a Gabriele Oriali con términos ofensivos y repetidos. Esperamos que esta agresión, totalmente fuera de control, no pase desapercibida, más aún porque, con 33 cámaras involucradas en la producción del evento, es imposible no darse cuenta de lo sucedido", reza el comunicado.
La tensión entre los banquillos fue tal que, según testigos presenciales, Allegri se marchó rápidamente a los vestuarios sin saludar a Conte, quien por el contrario permaneció en el campo felicitando a sus jugadores y a los rivales.
El Napoli considera "inaceptables" los insultos de Allegri y espera que se tomen "las medidas disciplinarias pertinentes" contra el entrenador del Milan. Este incidente se suma a la ya de por sí tensa rivalidad entre ambos equipos, que se enfrentaron en una semifinal de alta carga emocional.
Queda por ver cómo evolucionará este escándalo y si la Federación Italiana de Fútbol (FIGC) tomará alguna medida disciplinaria contra Allegri por su supuesta conducta antideportiva. Sin duda, este episodio enturbia la imagen de la Supercopa de Italia y deja un sabor agrio en una semifinal que debería haberse decidido únicamente en el terreno de juego.
