El próximo 19 de diciembre, el Kaseya Center de Miami será testigo de una pelea de boxeo pesado que promete ser tan millonaria como polémica. El ex campeón mundial Anthony Joshua se enfrentará al youtuber Jake Paul en un evento que será transmitido en vivo por Netflix.
La bolsa total del combate ronda los 184 millones de dólares, una cifra récord que refleja la enorme expectativa que ha generado este cruce entre el consagrado británico y el emergente boxeador de redes sociales.
A sus 36 años, Joshua llega como amplio favorito. El británico es medallista olímpico de oro, ex campeón unificado de los pesos pesados y uno de los nombres más relevantes del boxeo en la última década. En contraste, Paul, de 28 años, se ha abierto camino en el mundo del boxeo tras convertirse en una estrella de YouTube, acumulando 12 victorias (7 por nocaut) y una sola derrota.
La diferencia de experiencia, tamaño y poder de golpe entre ambos es abismal. Según el experto Michael Bisping, miembro del Salón de la Fama de la UFC, "Joshua tiene mucha más experiencia, golpea más fuerte, es más corpulento y tiene mejor alcance. Es campeón olímpico. Si ésta es una pelea real, y parece que lo será, hay muchas probabilidades de que alguien salga lastimado, y lamento decir que no será Joshua".
De hecho, la Junta Británica de Control de Boxeo ya declaró que no autorizaría este combate por razones de seguridad, temiendo que Paul pueda sufrir lesiones graves. Incluso el entrenador de Joshua, Ben Davison, expresó reparos sobre la pelea.
Sin embargo, los promotores han insistido en que se trata de un combate profesional y sancionado, descartando cualquier tipo de guión o arreglo. "Sería ilegal. Este es un combate profesional y una pelea sancionada donde la gente está apostando", se defendió Eddie Hearn, promotor de Joshua.
Más allá del resultado, este cruce entre un campeón mundial y un youtuber-boxeador expone las tensiones que atraviesan al boxeo moderno. Por un lado, el prestigio y la tradición deportiva representada por Joshua; por el otro, la visibilidad y el alcance global de figuras como Paul, nacidas fuera del deporte.
El llamado "influencer boxing" es un fenómeno reciente que combina boxeo profesional o semiprofesional con celebridades de las redes sociales. Si bien atrae a públicos jóvenes y genera ingresos inéditos, también es criticado por erosionar la credibilidad del boxeo, al normalizar cruces desiguales y desplazar el mérito deportivo.
La pelea del 19 de diciembre en Miami será el punto más alto y polémico de esta tendencia. Un choque de generaciones, estilos y lógicas que dejará en evidencia hacia dónde se mueve el negocio del boxeo en la era digital.












