El Louvre, el museo más visitado del mundo, se encuentra en crisis debido a la huelga de su personal, que se prolonga por el tercer día consecutivo. Los trabajadores reclaman mejoras en sus condiciones laborales, el aumento de personal y la reparación del deteriorado edificio.
La movilización ha obligado a la dirección del museo a abrir solo una parte de sus espacios, incluyendo el "recorrido de las obras maestras" donde se encuentran piezas icónicas como la Mona Lisa, la Venus de Milo y la Victoria de Samotracia.
En una asamblea, los sindicatos CFDT y CGT aprobaron la continuidad del paro, a pesar de que reconocen haber tenido algunos avances en las negociaciones. "Estamos decididos, pero como sindicalistas responsables queremos una distensión. Hubo avances, pero no responden a nuestras reivindicaciones", declaró Valérie Baud, delegada de CFDT.
La crisis en el Louvre se produce en un contexto complicado, luego del espectacular robo de joyas de la Corona valoradas en más de 100 millones de dólares en octubre pasado. Además, el museo tuvo que cerrar una galería en noviembre por el deterioro del edificio y sufrió recientemente un escape de agua que dañó cientos de obras.
La presidenta del Louvre, Laurence des Cars, compareció el miércoles ante el Senado, donde fue duramente criticada por su gestión de la seguridad y los problemas del museo. Sin embargo, ella se mostró tranquila y decidida a acompañar a los 2.300 empleados del Louvre durante esta crisis.
El Louvre, que en 2024 recibió a casi 9 millones de visitantes, la mayoría extranjeros, se encuentra en una situación delicada que pone en jaque la experiencia de los turistas que acuden a admirar sus icónicas obras de arte.
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