La ciudad de El Alto, Bolivia, se encuentra en estado de emergencia luego de que el gobierno eliminara la subvención a los combustibles, lo que provocó un aumento significativo en los precios. Dirigentes de la ciudad han dado un ultimátum de 24 horas al presidente Rodrigo Paz para que retroceda en su decisión, de lo contrario, anuncian el inicio de movilizaciones masivas.
"Las organizaciones de la ciudad de El Alto nos declaramos en estado de emergencia, ya que no vamos a permitir que se siga abusando del pueblo boliviano", expresó uno de los líderes comunitarios. Los manifestantes advierten que están dispuestos a llegar a extremos para defender su poder adquisitivo. "Preferimos morir en las calles antes que aceptar estos aumentos que nos dejan en la pobreza", sentenció otro dirigente.
El alza de combustibles es una medida impulsada por el gobierno de Paz como parte de un paquete de ajustes económicos. Sin embargo, en El Alto, uno de los bastiones del movimiento social boliviano, la reacción ha sido de rechazo total. Los vecinos temen que el encarecimiento de la gasolina y el diésel tenga un efecto dominó en los precios de los alimentos y otros productos de primera necesidad.
"Estamos hartos de que siempre tengamos que pagar los platos rotos. Nosotros no somos ricos, somos gente humilde que apenas llega a fin de mes. Ahora con este aumento, ¿cómo vamos a poder movilizarnos y llevar sustento a nuestras familias?", se quejó una ama de casa.
Las protestas anunciadas por los líderes de El Alto se suman a un escenario político ya convulsionado en Bolivia. En los últimos meses, el país andino ha sido sacudido por movilizaciones de diversos sectores, desde maestros hasta trabajadores del sector minero, quienes reclaman mejores condiciones salariales y sociales.
El gobierno de Paz se enfrenta ahora al desafío de contener el descontento social sin recurrir a la represión, algo que podría agudizar aún más la crisis. Las próximas horas serán clave para ver si logra un acercamiento con los dirigentes de El Alto y evitar que las calles se conviertan en el escenario de nuevos enfrentamientos.











