La ciudad de Cuenca se enfrenta a importantes desafíos en materia de movilidad, según los resultados del Informe de Calidad de Vida y la Encuesta de Percepción Ciudadana Cuenca Cómo Vamos 2025. Si bien el transporte público, con el bus como eje y el tranvía como parte del sistema, sigue siendo la columna vertebral de la movilidad, el vehículo privado mantiene una alta valoración entre los ciudadanos.
El 52,2% de los cuencanos se moviliza principalmente en bus, muy por encima del vehículo privado (32%). Sin embargo, la percepción sobre el servicio de transporte público es ambivalente, con solo el 26,5% de los usuarios realmente muy satisfechos. Los principales problemas señalados son la mala atención, la limpieza y el trato dentro de las unidades, así como la incomodidad e inseguridad.
Uno de los hallazgos más preocupantes es que uno de cada cinco usuarios del transporte público sufrió maltrato por parte de choferes o cobradores, sin diferencia significativa entre hombres y mujeres. Pero la brecha de género es evidente en otros ámbitos, con el 15,5% de las mujeres reportando acoso sexual, frente al 4,5% de los hombres.
Por otro lado, quienes se movilizan en vehículo privado presentan un 94,4% de satisfacción, el nivel más alto entre todos los modos. Sin embargo, este es también el más costoso, con un gasto promedio mensual de 79,93 dólares en el sector urbano y 92,60 dólares en el sector rural, sin contar mantenimiento ni tiempo perdido en congestión.
El crecimiento del parque automotor, que ya supera los 100 mil vehículos, es uno de los mayores desafíos para la ciudad, pues incrementa la congestión vial y el tiempo de viaje. Ante esto, los expertos coinciden en la necesidad de priorizar el transporte público y los modos de movilidad sostenible, como la bicicleta.
Aunque Cuenca es una ciudad caminable y pedaleable, solo el 2,8% usa la bicicleta como medio principal de transporte. Los expertos señalan que el problema no es la falta de interés ciudadano, sino la falta de condiciones adecuadas, como la inseguridad en las calles y la falta de parqueo de bicicletas.
En cuanto al tranvía, el 65,8% de sus usuarios se declara muy satisfecho, superando incluso al taxi. Además, más del 26% de los usuarios del tranvía dejó el taxi o el vehículo privado, lo que ha tenido un impacto positivo en la reducción de la congestión y las emisiones. Sin embargo, la cobertura del sistema sigue siendo limitada, con el 89,2% de quienes no lo usan afirmando que la ruta no les sirve.
Los expertos coinciden en que Cuenca está ante un momento bisagra en materia de movilidad, y que es necesario que la academia, la administración municipal y los profesionales de distintas áreas encuentren estrategias que mantengan la calidad de vida de la ciudad. El desafío ahora es político, técnico y ciudadano: transformar los diagnósticos en decisiones y acciones concretas.
