Después de semanas de intensos combates, las fuerzas ucranianas han logrado recuperar el control de la estratégica ciudad de Kupiansk, un importante nudo ferroviario en el noreste del país. El presidente Volodimir Zelensky visitó personalmente la ciudad, desafiando las afirmaciones del Kremlin de que la región estaba bajo dominio ruso.
La operación de reconquista de Kupiansk, que comenzó a finales de agosto, ha sido uno de los pocos éxitos tácticos de Ucrania en los últimos meses. Tras cruzar el río Oskil y ocupar el centro de la ciudad en septiembre, las tropas rusas se vieron rodeadas y sufrieron importantes bajas en los combates posteriores.
Según fuentes militares ucranianas, alrededor de 200 soldados rusos permanecen aislados en los sótanos de Kupiansk, mientras que el grueso de las fuerzas invasoras ha sido expulsado al otro lado del río. El contraataque, liderado por la 92 Brigada y el regimiento de élite Código 9.2, implicó cortar las rutas de suministro rusas y tender una trampa mortal en un oleoducto que utilizaban para reforzar a sus tropas.
"Hay juegos de guerra y diferentes cursos de acción, pero son cosas que el enemigo no debe saber", afirmó Ihor Obolensky, comandante del cuerpo de Khartiia, que desarrolló el plan operativo original. "Por encima de todo, se trata de pensar de forma creativa, de sentir al enemigo, de percibir su ritmo".
Sin embargo, el éxito de Kupiansk contrasta con la situación en otros frentes, donde Rusia mantiene su ventaja numérica y de material. En la provincia de Donetsk, las fuerzas ucranianas se enfrentan a una presión creciente, con la pequeña ciudad de Siversk a punto de caer bajo control ruso.
Además, Rusia ha mejorado notablemente su capacidad de usar drones en la guerra, lo que está causando bajas elevadas entre los operadores ucranianos. "En la guerra moderna, los números por sí solos no deciden nada", advirtió un comandante de drones de élite.
Los aliados occidentales de Ucrania esperan que el país pueda aguantar hasta febrero, cuando se espera que la ofensiva rusa pierda impulso. Mientras tanto, Ucrania planea seguir demostrando su capacidad de lucha y evitar que Rusia obtenga grandes avances, a pesar de la enorme presión a la que está sometida.










