El 19 de diciembre, el cometa interestelar 3I/ATLAS alcanzará su punto más cercano a la Tierra, a unos 270 millones de kilómetros de distancia. Aunque no representa un riesgo de impacto, este evento ha activado una serie de simulacros y ejercicios de defensa planetaria liderados por la NASA y una coalición de agencias espaciales internacionales.
Desde el 27 de noviembre y hasta el 27 de enero de 2027, más de 80 observatorios y un equipo de expertos en cometas y asteroides participan en estos ejercicios. El objetivo es no solo rastrear la trayectoria del cometa 3I/ATLAS, sino también crear un manual de actuación que sirva para detectar y analizar hipotéticos objetos espaciales peligrosos en el futuro.
La Red Internacional de Alerta de Asteroides (IAWN), que incluye a la NASA, la Agencia Espacial Europea (ESA) y más de 23 naciones, lidera esta iniciativa. Según el director de la ESA, Josef Aschbacher, el cometa 3I/ATLAS "no es alienígena", sino un objeto celeste que se mueve a gran velocidad y está siendo cuidadosamente observado por los científicos.
Estos simulacros involucran el uso de diversos instrumentos y sondas espaciales, como el Mars Reconnaissance Orbiter de la NASA y el ExoMars Trace Gas Orbiter y Juice de la ESA. La recopilación y análisis de datos de estos observatorios y misiones espaciales permitirá a los expertos crear un plan de acción para enfrentar posibles amenazas provenientes del espacio en el futuro.
Aunque el cometa 3I/ATLAS no representa un peligro para la Tierra, su paso cercano a nuestro planeta es una oportunidad única para que la comunidad científica internacional realice estos ejercicios de defensa planetaria y fortalezca su capacidad de respuesta ante eventuales amenazas espaciales.











