La jefa de gabinete de Donald Trump, Susie Wiles, ha desatado una ola de controversia al revelar detalles sobre la personalidad del presidente estadounidense. En una entrevista con la revista Vanity Fair, Wiles aseguró que Trump tiene "la personalidad de un alcohólico", a pesar de no consumir alcohol.
Según Wiles, una cercana colaboradora del mandatario, Trump "actúa con la convicción de que no hay nada que no pueda hacer. Nada, cero, nada". La funcionaria de 68 años, a quien Trump ha llamado "dama de hielo" por su sangre fría, dijo ser "una especie de experta" en el tema, en alusión a su padre, un famoso jugador de fútbol americano y comentarista deportivo que luchó contra el alcoholismo.
En respuesta a la publicación, Wiles denunció "un ataque difamatorio, manipulado y malintencionado" contra ella y el "mejor presidente, personal de la Casa Blanca y gabinete de la historia". Sin embargo, el propio Trump reconoció que, si bebiera, tendría "muchas posibilidades de ser alcohólico".
Más allá de esta polémica, Wiles ofreció reveladores detalles sobre las políticas y el entorno del presidente. Aseguró, por ejemplo, que Trump cree que el presidente ruso Vladimir Putin "quiere todo" Ucrania, a pesar de los esfuerzos de Washington por un acuerdo de paz. También afirmó que el mandatario menciona con frecuencia la posibilidad de volver a ser candidato en 2028, algo prohibido por la Constitución, porque "le divierte" y "enloquece a la gente".
La jefa de gabinete criticó además la gestión de la fiscal general Pam Bondi en el caso del delincuente sexual Jeffrey Epstein, con quien Trump mantuvo estrechos vínculos en el pasado. Wiles también elogió a un "equipo esencial" conformado por figuras como el senador JD Vance y el secretario de Estado Marco Rubio, pero calificó a otros colaboradores, como Russ Vought, jefe de la oficina de presupuesto de la Casa Blanca, como un "fanático absoluto de la derecha".
En medio de estas revelaciones, Wiles negó ser "cómplice" de Trump, pero fue contundente sobre el papel del empresario Elon Musk como titular del Departamento de Eficiencia del Gobierno (DOGE), encargado de recortes de gastos en los primeros meses del segundo mandato de Trump. Wiles describió a Musk como un "bicho raro, raro" y un consumidor "confeso" de ketamina, y criticó el cierre, por parte del DOGE, de la agencia estadounidense de ayuda internacional USAID.
