El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha vuelto a arremeter contra el presidente electo de Chile, José Antonio Kast, a quien calificó de "nazi y fascista", mientras evitaba condenar con la misma fuerza al mandatario venezolano Nicolás Maduro. Esta nueva controversia ha llevado al gobierno chileno a enviar una nota de protesta formal a Colombia.
La polémica se originó después de que la periodista colombiana Patricia Janiot cuestionara a Petro por su postura, señalando que el mandatario colombiano "no tiene ningún pudor en llamar Nazi y fascista al presidente electo de Chile José Antonio Kast y permanece mudo y con miedo de llamar a Nicolás Maduro como un narcodictador y usurpador del poder".
En respuesta, Petro replicó a través de la red social X: "Maduro es dictador por concentrar poderes, no hay ninguna evidencia en Colombia que sea narco. Esa es narrativa de los EEUU. Kast es hijo y creyente de los nazis. Pertenece a la generación alemana que escapó de Alemania no por salvarse de Hitler sino por salvarse de la derrota de Hitler, que es muy pero muy diferente".
Estas declaraciones se suman a una serie de publicaciones anteriores del mandatario colombiano, en las que había advertido sobre "los vientos de la muerte" que venían "por el sur y por el norte", y había comparado la elección chilena con el legado de la dictadura de Augusto Pinochet.
El gobierno chileno no tardó en reaccionar y confirmó el envío de una nota de protesta formal a Colombia. El ministro del Interior, Álvaro Elizalde, explicó que la medida busca resguardar el principio democrático, ya que "finalmente el pueblo de Chile decide y todos tenemos que respetar ese resultado. En eso consiste la recuperación de la democracia".
Por su parte, el canciller Alberto van Klaveren fue categórico al señalar que las declaraciones de Petro "constituyen una falta de respeto y una intromisión impropia en asuntos de política interna" que afectan no solo al presidente electo, sino "a la decisión soberana del pueblo de Chile y a la solidez democrática de nuestras instituciones".
Esta nueva disputa diplomática entre Colombia y Chile se produce en un momento de tensión regional, donde los líderes políticos de la región han mostrado posturas encontradas sobre temas como la democracia, la seguridad y las relaciones internacionales.











