El Gobierno de Colombia ha abierto una investigación sobre funcionarios de su embajada en Managua, luego de que se revelara que invitaron a una fiesta a un individuo que es prófugo de la justicia en Nicaragua.
Según la información disponible, el sujeto en cuestión es Álvaro González, quien enfrenta requerimientos judiciales en Colombia, pero se encuentra refugiado en Nicaragua desde 2024, bajo la protección del gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
La revelación de este incidente ha generado una crisis diplomática entre Colombia y Nicaragua, poniendo en tela de juicio la conducta de los representantes colombianos en el país centroamericano. Autoridades en Bogotá han manifestado su preocupación y han iniciado una investigación exhaustiva para determinar las responsabilidades y tomar las acciones correspondientes.
"Es inaceptable que funcionarios de nuestra embajada hayan tenido contacto y brindado apoyo a un prófugo de la justicia. Esto representa una grave falta de ética y compromiso con nuestras instituciones", declaró el Canciller colombiano.
Por su parte, el gobierno nicarag ense ha guardado silencio sobre el caso, evitando hacer comentarios públicos. Sin embargo, analistas internacionales señalan que este incidente podría profundizar las tensiones diplomáticas entre ambos países, en un momento en el que las relaciones ya se encuentran deterioradas por otros temas.
Expertos en asuntos exteriores coinciden en que el manejo de este escándalo será crucial para preservar la imagen y credibilidad de Colombia a nivel regional e internacional. Las autoridades colombianas enfrentan el reto de esclarecer los hechos, sancionar a los responsables y establecer mecanismos para evitar que situaciones similares vuelvan a ocurrir en el futuro.
