Los tradicionales mercados navideños de Viena se han consolidado como un auténtico atractivo turístico, atrayendo a más de 4 millones de visitantes entre el 6 de noviembre y el 6 de enero, según datos de la Cámara de Comercio de la ciudad.
Estos mercados, conocidos como "Christkindlmarkt", ofrecen una mezcla de tradición y ambiente festivo, con la venta de artesanía, gastronomía típica y bebidas calientes como el vino y el chocolate. La decoración luminosa y la presencia de atracciones como pistas de hielo y carruseles contribuyen a crear un ambiente mágico que cautiva tanto a los locales como a los turistas.
Según la información, solo los vieneses se dejarán 125 millones de euros en estos mercados, a lo que habría que sumar el gasto de los visitantes de otras regiones de Austria y del extranjero. Alrededor del 25% de los asistentes son turistas extranjeros, lo que demuestra el enorme atractivo de esta tradición navideña.
Sin embargo, las autoridades no bajan la guardia en materia de seguridad, conscientes de los recientes ataques terroristas sufridos en mercados navideños de Alemania y Francia. La Policía austríaca ha reforzado su presencia en estos espacios públicos, tanto con agentes uniformados como de civil y fuerzas especializadas, para garantizar que la gente pueda celebrar un "Adviento seguro y agradable".
Más allá de los grandes mercados en plazas emblemáticas como la del Ayuntamiento o el Palacio de Sch nbrunn, Viena reparte el espíritu navideño en otros mercados con personalidad propia, como el de Karlsplatz, Freyung o Spittelberg, entre otros. Todos ellos contribuyen a crear una atmósfera festiva y acogedora que atrae a millones de visitantes cada año.











