Los ministros de Exteriores de la Unión Europea (UE) han decidido prolongar por un año más, hasta el 10 de enero de 2027, las sanciones impuestas al gobierno de Venezuela debido a la persistente crisis política, las violaciones de derechos humanos y la represión de la oposición democrática en ese país.
La decisión fue tomada en la reunión celebrada este lunes en Bruselas, donde los líderes europeos evaluaron la situación en Venezuela y concluyeron que no se han producido avances suficientes para levantar las medidas restrictivas.
Las sanciones afectan actualmente a 69 individuos, a quienes se les ha congelado sus activos y se les ha prohibido viajar al territorio de la UE. Además, está prohibido suministrarles fondos o recursos económicos de forma directa o indirecta.
La UE introdujo estas sanciones por primera vez en noviembre de 2017, con el objetivo de apoyar una solución negociada y democrática a la crisis venezolana. Sin embargo, el Consejo de la UE recalcó que la responsabilidad de poner fin a esta crisis recae en las autoridades de Venezuela.
Para que las sanciones sean levantadas, la UE exige "progreso tangible" en materia de derechos humanos y Estado de Derecho, así como pasos significativos hacia un diálogo genuino y una transición democrática en el país.
La decisión de prolongar las sanciones por un año más refleja la preocupación de la UE por la falta de avances en Venezuela y su compromiso de mantener la presión sobre el gobierno de Nicolás Maduro hasta que se produzcan cambios sustanciales que permitan una solución pacífica a la crisis política y humanitaria que afecta a la nación sudamericana.












