El pasado fin de semana, una violenta confrontación entre el ejército guatemalteco y miembros de la comunidad indígena de Nahualá dejó un saldo de 13 personas muertas, según denunció el alcalde de la localidad, Manuel Guarchaj. Esta versión contradice la información oficial del gobierno, que reconoce solo 5 fallecidos y atribuye la responsabilidad a grupos criminales.
Los hechos ocurrieron en la región de Nahualá y Santa Catarina Ixtahuacán, al oeste de la capital guatemalteca, donde ambas comunidades mayas mantienen un conflicto territorial que se remonta a más de un siglo atrás. Según el alcalde, las víctimas, de entre 14 y 70 años de edad, fueron "emboscadas y brutalmente asesinadas" por el ejército y personas de Santa Catarina Ixtahuacán mientras trabajaban en una cantera local.
"Aquí no estamos inventando, solo hablo por la verdad", afirmó Guarchaj, quien leyó los nombres y edades de los fallecidos. Por su parte, el gobierno guatemalteco culpa a "grupos criminales" de provocar los enfrentamientos armados en la zona durante la última semana, con ataques al ejército.
Esta no es la primera vez que se registran episodios de violencia entre estas dos comunidades indígenas por disputas territoriales. En los últimos años, varios incidentes similares han dejado víctimas mortales. Ante la gravedad de los hechos, el alcalde de Nahualá decretó dos días de luto en la localidad, donde ya se han realizado los entierros de algunas de las víctimas.
La versión del alcalde, que acusa directamente al ejército de ser responsable de la masacre, contrasta con la información oficial del gobierno, que minimiza el número de fallecidos y atribuye la violencia a la acción de grupos delictivos. Esta situación refleja la complejidad del conflicto y la necesidad de una investigación exhaustiva que esclarezca lo sucedido y determine responsabilidades.











