El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, denunció en la XXV Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del ALBA-TCP las "pretensiones imperiales" de Estados Unidos sobre Venezuela, expresadas en un Gobierno que "muestra sin pudor hacer revivir la época de la diplomacia de las cañoneras" para imponer sus designios por la fuerza.
Durante su intervención virtual en la cumbre, Díaz-Canel destacó que el bloque de integración latinoamericano y caribeño continuará siendo un espacio esencial "de solidaridad, dignidad y resistencia" frente a las campañas desestabilizadoras, las medidas de presión y las más diversas formas de agresión.
El mandatario cubano subrayó que "seguiremos luchando por un objetivo común, que es la unidad, la paz y soberanía de los pueblos", siempre fieles a las ideas de Simón Bolívar, José Martí, Fidel Castro y Hugo Chávez, fundadores e inspiradores del ALBA-TCP.
Díaz-Canel denunció el despliegue militar naval y aéreo estadounidense en el mar Caribe y su "deliberada amenaza sobre Venezuela", lo que, a su juicio, revela "un propósito hegemónico y criminal que debe poner en alerta a todos los pueblos y gobiernos del continente".
Asimismo, el presidente cubano condenó "de manera enérgica" el "vil acto de piratería y robo de los recursos del pueblo venezolano" por parte de Estados Unidos, al incautar un barco petrolero con 1,9 millones de barriles de crudo el pasado 10 de diciembre, lo que consideró "una grave violación del derecho internacional".
Díaz-Canel también denunció que desde 2019 el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos a Cuba hace más de seis décadas ha alcanzado "niveles extremos cada vez más cruel e inhumano", con la inclusión de la isla en la lista de supuestos países que patrocinan el terrorismo.
En este sentido, el mandatario cubano reclamó el cese inmediato y sin condicionamientos de todas esas medidas de carácter punitivo y agradeció a los pueblos y países que se oponen a ese "genocida bloqueo contra Cuba".











