La parroquia La Unión, en la provincia de Esmeraldas, Ecuador, se ha convertido en un punto crítico de inseguridad tras registrar cuatro muertes violentas en menos de dos semanas durante el mes de diciembre. Esta comunidad, que hasta hace poco era reconocida por su vida comunitaria y actividades agrícolas, ahora enfrenta un panorama marcado por la violencia.
Entre la noche del sábado 13 y la madrugada del 14 de diciembre, dos personas fueron asesinadas en hechos que han sembrado el terror y la desesperanza entre los habitantes. Una de las víctimas es Orlando Montaño, un maestro albañil que había iniciado una nueva obra en la zona y decidió tomarse un respiro para jugar una partida de billar con amigos. Cuando la noche transcurría con normalidad, una ráfaga de disparos irrumpió en el lugar, dejando a Montaño abatido por las balas y a otro hombre herido.
Apenas unas horas después, la mañana del domingo 14 de diciembre, otro hecho sangriento estremeció a La Unión. En la pista de motocross del barrio 5 de Agosto, un joven fue asesinado con disparos en la cabeza. Su cuerpo fue encontrado tendido en el suelo por los primeros moradores que se dirigían a sus actividades cotidianas.
Estos dos asesinatos se suman a otros dos cometidos a inicios de diciembre en la misma parroquia. El más reciente se registró en Pifo, en la vía a Papallacta (Napo), mientras que el primero ocurrió en el cantón Mejía.
La comunidad de La Unión reclama acciones urgentes a las autoridades para frenar esta ola de violencia que ha convertido a la parroquia en un punto crítico de inseguridad. Los habitantes exigen respuestas y soluciones efectivas para recuperar la tranquilidad y seguridad que solían disfrutar en esta zona.









