Las tensas relaciones diplomáticas entre Irán y Estados Unidos se han vuelto a agitar a pocos meses del Mundial 2026 que se disputará en Norteamérica. Teherán ha denunciado que Washington está imponiendo obstáculos en el proceso de obtención de visas para que jugadores, funcionarios y aficionados iraníes puedan asistir al torneo.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, Esmaeil Baghaei, ha afirmado que Estados Unidos ha incumplido sus compromisos al limitar el acceso de la delegación iraní. Según Baghaei, la comunidad futbolística iraní tiene derecho a participar sin trabas en el evento deportivo más importante del planeta.
Ante esta situación, Irán ha presentado una protesta formal tanto ante la FIFA como ante la Sección de Intereses de Estados Unidos en la embajada de Suiza en Teherán. En los círculos futbolísticos iraníes existe preocupación por la posible negativa de visados a aficionados y a varios funcionarios de la Federación Iraní de Fútbol (FFI).
Incluso la situación del delantero estrella Mehdi Taremi es incierta, luego de que el jugador del Olympiacos ha expresado en redes sociales su apoyo a Palestina y críticas a Israel. Irán figura entre los países sujetos a restricciones de entrada impuestas por la administración del expresidente Donald Trump.
No obstante, las autoridades estadounidenses han indicado que habrá excepciones para deportistas, funcionarios y familiares directos tanto para el Mundial 2026 como para los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028. Irán ha quedado encuadrado en un grupo junto a Bélgica, Egipto y Nueva Zelanda, y confía en avanzar por primera vez a la fase eliminatoria en su séptima participación mundialista.
Mientras tanto, con la crítica de Irán a Estados Unidos sobre la visa para asistir al Mundial 2026 se mantiene abierto un nuevo frente de presión internacional en la antesala del torneo.
