Una sucesión de escándalos han vuelto a sacudir por completo al PSOE y al Gobierno. En los últimos días, cargos socialistas han dimitido o sido apartados por presuntos casos de acoso sexual, mientras la Guardia Civil ha realizado detenciones y registros relacionados con contratos públicos y corrupción.
La crisis ha generado tensiones dentro del propio Gobierno de coalición, con Sumar exigiendo una "reformulación profunda" del Ejecutivo tras el "goteo de casos de corrupción y acoso". La vicepresidenta Yolanda Díaz ha reclamado al presidente Sánchez que actúe con medidas anticorrupción, advirtiendo que "así no puede seguir".
Uno de los principales focos es el de las denuncias por acoso sexual contra varios dirigentes del PSOE. El caso de Paco Salazar, exasesor del Gobierno, se agravó al saberse que las denuncias de dos militantes que trabajaban en La Moncloa habían desaparecido del canal interno del partido. El PSOE abrirá expedientes a otros dos cargos, Antonio Hernández y el senador Javier Izquierdo, por supuestos casos de acoso.
Además, el Tribunal Supremo ha acordado la apertura de juicio oral contra el exministro José Luis Ábalos, su exasesor Koldo García y el empresario Víctor de Aldama por el caso mascarillas. Un informe de la Guardia Civil también los vincula a la trama de los hidrocarburos, acusándolos de intentar "comprar la voluntad" de Ábalos.
La Guardia Civil ha desplegado otra operación de gran calado, con detenciones de personas vinculadas al PSOE y registros en empresas y organismos públicos, por presuntas irregularidades en contratos. Entre los investigados figuran la exmilitante Leire Díez, el expresidente de la SEPI Vicente Fernández y Antxon Alonso, socio del exsecretario de Organización del PSOE Santos Cerdán.
Este goteo de escándalos ha generado una crisis política que sacude los cimientos del Gobierno de coalición y pone en jaque la imagen del PSOE. Las medidas anticorrupción exigidas por Sumar y Yolanda Díaz serán claves para intentar recuperar la confianza ciudadana.
