Las fiestas navideñas están llenas de tentaciones dulces, desde los clásicos turrones y mazapanes hasta los panettones y roscones. Sin embargo, nada supera el sabor intenso y la textura cremosa de unas sencillas trufas de chocolate y leche condensada, un postre casero que puedes preparar fácilmente en casa.
Estas pequeñas delicias son el complemento perfecto para culminar una comida especial o incluso para regalar en estas fechas tan entrañables. Con una lista de ingredientes corta y una elaboración sencilla, las trufas de chocolate y leche condensada destacan por su sabor profundo y su textura sedosa, gracias a la adición de este lácteo tan versátil.
Para preparar estas trufas, solo necesitas fundir el chocolate, mezclarlo con mantequilla y leche condensada, y luego dejar que la mezcla se enfríe antes de moldearla en bolitas. Puedes decorarlas con cacao en polvo, virutas de chocolate, coco rallado o incluso frutos secos picados, para darles un toque personal y festivo.
Con las cantidades indicadas, podrás obtener entre 15 y 18 trufas de tamaño estándar, que podrás conservar refrigeradas durante 5 a 7 días en un recipiente hermético. Se recomienda servirlas frías para disfrutar de toda su cremosidad.
No dejes pasar la oportunidad de sorprender a tus invitados con este delicioso postre casero. Las trufas de chocolate y leche condensada son el broche perfecto para cerrar tus celebraciones navideñas con un sabor único y memorable.












