El Gobierno de Perú ha llevado a cabo un amplio operativo para combatir la inmigración ilegal en el país. El presidente del Consejo de Ministros, Ernesto Álvarez, afirmó que "ningún Gobierno puede permitir el accionar delictivo de personas en situación ilegal" y que la respuesta del Estado debe ser "proporcional al problema que se enfrenta".
Durante el megaoperativo realizado en el Cuartel Los Cibeles, en el Rímac, se intervinieron a más de 1.500 extranjeros, de los cuales 99 fueron identificados como requisitoriados y serán objeto de expulsión inmediata. El ministro del Interior, Vicente Tiburcio, explicó que estos operativos se han estado ejecutando desde hace semanas, aunque esta vez se realizaron de modo simultáneo y a nivel nacional.
Tiburcio señaló que, además de personas en situación migratoria irregular, también hay otras cuyo estado migratorio está por vencer. Hizo hincapié en la necesidad de defender los intereses de los ciudadanos peruanos, afirmando que "el Perú acoge a aquellos ciudadanos extranjeros que trabajan en beneficio de sus familias y del país".
El operativo contó con la presencia del presidente José Jerí, el ministro de la Producción, César Quispe, y el titular del Interior, Vicente Tiburcio. La acción simultánea abarcó varias ciudades, incluidos puntos estratégicos de Lima, así como Arequipa y Trujillo.
Álvarez explicó que el Gobierno ha decretado un estado de emergencia en varias zonas fronterizas del país, con el objetivo de fortalecer la seguridad y el control migratorio frente a delitos como el tráfico de drogas, tráfico de personas y contrabando. Todas las acciones, aseguró, se desarrollaron respetando el marco legal vigente y los derechos fundamentales de los intervenidos.












