La expareja del reconocido abogado Miguel Ángel del Río, Ximena Bustamante, ha realizado graves denuncias en su contra. Según Bustamante, Del Río habría gestionado el nombramiento de alias Douglas, uno de los líderes de las estructuras criminales de Medellín y el Valle de Aburrá, como vocero de paz, a cambio de un favor.
Bustamante relata que fue testigo de una videollamada en la que Del Río se contactó con alias Douglas a través de la exfiscal Tatiana Oliveros, cercana a Juan Guillermo Monsalve, el principal testigo en el juicio contra el expresidente Álvaro Uribe. En dicha llamada, Douglas le habría pedido a Del Río que lo nombrara como gestor de paz en Itag í, a lo que el abogado habría accedido.
Según la denuncia, esto se habría dado en medio de una serie de situaciones irregulares en la firma de abogados que compartían Bustamante y Del Río, como presuntos intentos de lavar dinero del narcotráfico y amenazas contra la expareja. Bustamante asegura que incluso recibió advertencias sobre un "plan" para sacarla del camino.
Por su parte, Del Río ha negado categóricamente las acusaciones, asegurando que son falsas y que Bustamante las hace porque él no le pagó 5.000 millones de pesos que estaría reclamando. El abogado afirma que "jamás" se ha reunido con alias Douglas.
Sin embargo, lo cierto es que, poco después de esa supuesta videollamada, el presidente Gustavo Petro reconoció a Douglas como vocero de paz de las estructuras criminales de Medellín y el Valle de Aburrá, mediante la Resolución 094 de 2023.
Esta grave denuncia ha puesto en evidencia posibles vínculos entre abogados cercanos al Gobierno y peligrosos líderes criminales, en un escenario que podría comprometer la credibilidad de los diálogos de paz impulsados por el presidente Petro.











