Diciembre, un mes de alto consumo en Bolivia, se presenta con un panorama económico desequilibrado. Mientras los precios de los alimentos, especialmente de la carne, se mantienen elevados, los productos tecnológicos y electrodomésticos registran bajas de hasta 50% en sus precios.
Un recorrido por centros comerciales de Santa Cruz y La Paz evidencia que el valor de computadoras, celulares, línea blanca y línea negra ha disminuido considerablemente en las últimas semanas. Esto se debe, según explicaron los vendedores, a la caída del dólar paralelo, que pasó de cotizarse a Bs 10,8 a Bs 10 en las últimas semanas.
"La cotización que da el Banco Central de alguna manera ha provocado que el precio del dólar baje. Ahora para los comerciantes que realizamos compras en dólares, los importadores no han fijado un precio de Bs 9,70. Eso varía cada día, pero por lo que veo su precio va a seguir bajando lentamente y eso se nota en las computadoras", explicó una vendedora de la tienda Innovatech.
En el Centro Comercial Chiriguano de Santa Cruz, por ejemplo, las computadoras portátiles más sencillas bajaron de Bs 3.800 a Bs 2.700, mientras que las de mayor complejidad pasaron de Bs 6.000 a Bs 4.800. Incluso una computadora de mesa destinada a trabajos de diseño gráfico, que meses atrás costaba Bs 10.000, ahora se vende en Bs 8.000.
La misma tendencia se observa en los celulares, cuyos precios cayeron entre 30% y 40% en las últimas semanas. Un equipo de gama de entrada que semanas atrás se vendía en Bs 2.100, ahora se ofrece en Bs 1.600, mientras que uno de gama media pasó de Bs 3.000 a Bs 2.000.
Por el contrario, el precio de la carne de res se mantiene elevado, oscilando entre Bs 68 y Bs 80 el kilo, según la calidad y el corte. En El Alto y La Paz, los comerciantes afirman que el precio de la carne se elevó entre 80% y 125% en un año. En la urbe alteña, el kilo de pulpa se vende a Bs 76, la molida a Bs 60 y las chuletas con hueso a Bs 64. En octubre del año pasado, la pulpa se vendía en Bs 40.
"La carne está cara y es un precio que se va a mantener. A nosotros los mayoristas no están vendiendo a un costo elevado y eso se traslada a nuestros caseros", explicó una vendedora del antiguo Abasto en La Paz.
Según los expertos, esta situación revela profundas tensiones en la economía boliviana, donde un producto de consumo esencial como la carne de res se mantiene en un precio elevado, mientras que los bienes importados, como electrodomésticos y tecnología, registran bajas significativas impulsadas por la caída del dólar paralelo.










