El envejecimiento cerebral es uno de los mayores desafíos que enfrentan las personas a medida que envejecen. La pérdida de volumen en el órgano, el deterioro de las funciones cognitivas y la aparición de trastornos como el Alzheimer son algunas de las consecuencias de este proceso. Sin embargo, diversos estudios han demostrado que mantener una composición corporal saludable, con mayor masa muscular y menor proporción de grasa, puede ser clave para preservar la juventud del cerebro.
Una investigación reciente realizada con 1.164 personas sanas, con una edad promedio de 55 años, reveló que a mayor masa muscular y una menor proporción de grasa visceral (también conocida como grasa abdominal profunda), los cerebros aparentaban ser más jóvenes que su edad cronológica. El estudio, que utilizó resonancias magnéticas de cuerpo completo para analizar la composición corporal, encontró que esta relación solo se detectó con la grasa visceral, y no con la grasa subcutánea.
La grasa visceral está relacionada con una mayor tasa de diabetes, resistencia a la insulina, estados prediabéticos y colesterol alto, lo que conduce a un mayor estado inflamatorio en el cuerpo y, con el tiempo, afecta al cerebro. Este mecanismo explica por qué la obesidad puede aumentar el riesgo de padecer Alzheimer.
Además, los investigadores señalan que el índice de masa corporal (IMC), una métrica tradicional para evaluar la salud, ha demostrado ser insuficiente para reflejar la composición corporal real, ya que no distingue los distintos tejidos adiposos. Para una evaluación más precisa, se recomienda medir la circunferencia de la cintura y el índice cintura-cadera, ya que valores elevados en estos parámetros se asocian con un mayor riesgo de enfermedades cardíacas y diabetes tipo 2.
La importancia de mantener un cerebro joven va más allá de la función cognitiva. Un estudio realizado con más de 44.000 personas de entre 40 y 70 años, monitoreadas durante hasta 17 años, reveló que la edad biológica del cerebro es un factor determinante en la longevidad. Si el cerebro es más viejo, la probabilidad de mortalidad aumenta; si es más joven, la expectativa de vida es mayor.
Los expertos enfatizan que preservar la salud cerebral a través de la composición corporal y el estilo de vida es fundamental para envejecer de manera saludable. Mantener una mayor masa muscular y una menor proporción de grasa visceral puede ser la clave para mantener un cerebro joven y reducir el riesgo de enfermedades neurodegenerativas.
