El mundo de los deportes está viviendo una revolución silenciosa. Entre los atletas y aficionados, uno de los deportes que ha ganado cada vez más popularidad en los últimos años es el juego de dardos. Esta disciplina, tradicionalmente asociada a bares y pubs, ha trascendido esos límites y se ha convertido en un fenómeno global.
Londres, la cuna del juego de dardos, fue testigo reciente de uno de los eventos más importantes de este deporte: el Campeonato Mundial de Dardos. Esta competencia, que reúne a los mejores exponentes de la disciplina, es una muestra del creciente interés que despierta el lanzamiento de estos pequeños proyectiles.
"Cada vez más personas se están sumando a este deporte. Ya no es visto como algo que se practica solo en bares, sino como una actividad competitiva y emocionante", comenta Sarah Milner, entrenadora de la selección nacional de dardos del Reino Unido.
Uno de los factores que ha impulsado el auge de los dardos es la transmisión televisiva de los principales torneos. "Antes, los campeonatos de dardos eran eventos de nicho, pero ahora son transmitidos por cadenas deportivas y eso ha ayudado a darles mayor visibilidad", explica Milner.
Además, las redes sociales han jugado un papel fundamental en la difusión de este deporte. Los fanáticos comparten videos, fotos y comentarios, lo que ha permitido que más personas se interesen por los dardos.
"Hemos visto cómo el perfil de los jugadores de dardos ha cambiado. Antes eran vistos como personas que simplemente iban a beber cerveza, pero ahora son atletas que se preparan físicamente y mentalmente para competir", agrega la entrenadora.
En países como Estados Unidos, Canadá y Australia, los dardos también han experimentado un crecimiento notable. Ligas y torneos locales se han consolidado, atrayendo a un público cada vez más amplio.
"Es emocionante ver cómo este deporte está ganando adeptos en todo el mundo. Los dardos tienen el potencial de convertirse en una disciplina olímpica en el futuro, lo que sería un hito histórico", concluye Sarah Milner.










