La comunidad de Chorrillos, en Lima, se vio envuelta en una tensa situación luego de que un presunto delincuente fuera capturado por los vecinos tras permanecer más de dos horas oculto en los Pantanos de Villa, tras participar en el robo de un vehículo en el asentamiento humano Sagrada Familia.
El incidente ocurrió la noche del 29 de diciembre, cuando dos sujetos abordaron un auto negro haciéndose pasar por pasajeros. Uno de ellos escapó manejando el vehículo, mientras que el segundo optó por huir a pie hacia los pantanos. Los residentes, armados con palos y escobas, rodearon el área, alertaron a las autoridades y siguieron de cerca el desarrollo de la persecución.
Según los testimonios, el asalto fue rápido y violento: el conductor fue golpeado con un arma antes de que uno de los delincuentes se apoderara del auto y huyera del lugar. La víctima logró escapar y pedir ayuda, lo que permitió a los vecinos intervenir de inmediato.
La tensión se mantuvo durante varias horas, mientras el sospechoso se mantenía escondido en el agua de los Pantanos de Villa, aprovechando la oscuridad y lo complicado del terreno. Los residentes se organizaron y rodearon gran parte del área, impidiendo su salida hasta la llegada de la Policía Nacional y el serenazgo. Incluso, algunos moradores encendieron fuego a un cerco cercano para dificultar cualquier intento de huida.
Finalmente, la Policía logró intervenir al sujeto cerca de la medianoche, cuando la temperatura descendía y el individuo no pudo resistir más tiempo en el agua. Fue trasladado a la comisaría de Mateo Pumacahua, donde se realizan las diligencias correspondientes.
Los vecinos expresaron su preocupación por la posibilidad de que el detenido sea liberado rápidamente, una situación que consideran recurrente. Además, denunciaron la reiterada falta de apoyo policial y la creciente inseguridad en la zona, donde los asaltos son frecuentes y los delincuentes utilizan los Pantanos de Villa como vía de escape.
La comunidad de Chorrillos volvió a levantar la voz ante el abandono de las autoridades y exigió una mayor presencia policial y acciones concretas para frenar los robos. Mientras tanto, la desconfianza y el miedo siguen creciendo entre los habitantes del sector.












