La Liga Deportiva Alajuelense, reciente campeona del fútbol costarricense, se encuentra envuelta en una situación agridulce tras la conquista del título. Si bien los erizos han disfrutado de la gloria deportiva, el Tribunal Disciplinario de la Federación Costarricense de Fútbol (Fedefútbol) les ha impuesto una serie de sanciones económicas por una serie de infracciones cometidas durante las celebraciones posteriores al partido de vuelta de la final.
Mediante un comunicado oficial, la Fedefútbol detalló que Alajuelense deberá pagar un total de 3.756.250 (aproximadamente $6.500) por once infracciones distintas, algunas de ellas bastante llamativas y que evidencian lo estricto del reglamento disciplinario del fútbol costarricense.
Las multas más significativas incluyen:
- 750.000 (unos $1.300) y una reducción del aforo en un 20% para el próximo partido de local, por el ingreso de objetos no permitidos como gases comprimidos, fuegos artificiales y bengalas. Esta es la segunda vez en la temporada que se comete esta infracción.
- 450.000 (cerca de $800) por el lanzamiento de objetos no peligrosos al terreno de juego.
- 250.000 (aproximadamente $430) por tener a personas "ajenas al espectáculo" durante la ceremonia de premiación y en el espacio entre la cancha y las vallas publicitarias.
Otras sanciones impuestas al club campeón incluyen multas por la invasión del campo de juego por parte de los aficionados, el ingreso de banderas y pancartas de gran tamaño, y el incumplimiento del plazo de 30 minutos para despejar el terreno de juego después del partido.
Si bien las celebraciones y la euforia de los hinchas son comprensibles tras la conquista de un título, el Tribunal Disciplinario de la Fedefútbol ha dejado claro que no tolerará excesos ni infracciones al reglamento, imponiendo sanciones económicas que representan un duro golpe para el presupuesto del club campeón.
Alajuelense deberá tomar nota de estas sanciones y asegurarse de que, en futuras celebraciones, los festejos se lleven a cabo de manera ordenada y dentro de los límites establecidos por las autoridades del fútbol costarricense.










