Los 12 clubes de la Segunda División Profesional de Chile anunciaron que no disputarán el Campeonato 2026 a menos que se reduzca la duración del torneo a un máximo de siete meses. En un comunicado conjunto, los equipos argumentaron graves problemas financieros y precarización laboral debido a la extensión actual de la competencia.
El conflicto se desató luego de que los clubes de la segunda categoría del fútbol chileno tomaran una determinación unánime tras una reunión realizada este lunes. "En reunión sostenida el día de hoy, los clubes que conformamos la Segunda División Profesional hemos decidido, de manera unánime, no iniciar nuestra participación en el Campeonato 2026, mientras no se establezca una reducción en la duración del certamen a un máximo de siete (7) meses", señala el comunicado.
Los equipos afirmaron que la extensión actual del torneo "compromete seriamente la sostenibilidad financiera de las instituciones y profundiza la precarización de las condiciones laborales de los futbolistas". Incluso advierten que la compleja situación económica ha puesto "a dos clubes emblemáticos al borde de la desaparición".
Pese a la firmeza del anuncio, los clubes recalcaron que no buscan una ruptura definitiva, sino presionar cambios que permitan sostener la categoría. "Como clubes, reiteramos nuestra plena disposición al diálogo y a la búsqueda de soluciones conjuntas", indicaron.
En ese sentido, los equipos de la Segunda División Profesional llamaron directamente a la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) y al Sindicato de Futbolistas Profesionales (SIFUP) a involucrarse activamente en la búsqueda de soluciones. "Esperamos que tanto la ANFP como el SIFUP comprendan la gravedad del escenario que enfrentamos y se sumen a un trabajo colaborativo que permita resguardar la viabilidad económica de la división y la estabilidad laboral de quienes forman parte de ella", concluyeron.
Esta medida drástica de los clubes de la Segunda División Profesional chilena evidencia la delicada situación económica que atraviesa esa categoría y la necesidad urgente de implementar cambios estructurales que garanticen la sostenibilidad y el bienestar de los equipos y jugadores. La pelota ahora está en la cancha de la ANFP y el SIFUP para dar una respuesta que evite una crisis mayor en el fútbol chileno.












