El Roma destrozó este lunes al Génova (3-1) de Daniele De Rossi, leyenda del combinado 'giallorosso' que vivió una noche única en su vida porque por primera vez fue adversario en el Estadio Olímpico de la capital italiana que considera su casa.
Fue una noche especial en los banquillos. Gian Piero Gasperini, entrenador del Roma, estuvo un total de 7 años defendiendo los colores del Génova en dos etapas diferentes como técnico. Una relación especial, pero totalmente opacada por el regreso de Daniele De Rossi al Olímpico, a la que fue su casa durante 18 temporadas.
De Rossi es el segundo jugador con más partidos (616) defendiendo la camiseta de la 'Loba', solo superado por el máximo representante del romanismo: Francesco Totti. Y por primera vez en su vida, no pudo cantar el himno del equipo de su vida, estuvo sentado en un banquillo desconocido para él y trató ganar al club al que siempre intentó conducir a la victoria.
El recibimiento antes del partido estuvo a la altura de las circunstancias. Cánticos, pancartas y un vídeo en el marcador recordando su vida como romanista. El Roma será siempre su casa. Se abrazó con varios jugadores antes del comienzo, entre ellos los argentinos Paulo Dybala y Matías Soulé.
Sin embargo, en cuanto empezó el partido, todo lo bonito que había sido su regreso a casa se convirtió en una pesadilla. Gasperini y su Roma, buscando asentarse en puestos de Liga de Campeones, atropellaron sin piedad a la gran leyenda 'giallorossa'. Quince minutos de dominio desmedido decidieron el choque. En el minuto 31, el partido dejó de tener misterio.
La goleada se gestó en un abrir y cerrar de ojos, favorecida mínimamente por la fortuna en la definición. Aunque las ocasiones fueron casi incontables, las que acabaron en gol llegaron precedidas de un ligero toque de un jugador del Génova que facilitaron el tanto.
El primero fue de Soulé, titular indiscutible y jugar clave para entender el éxito de este equipo tras una temporada pasada para el olvido en la que, de hecho, De Rossi fue despedido como entrenador tras apenas 4 jornadas. Apenas 5 minutos después, el francés Manu Koné amplió la ventaja. El tercero, en el minuto 31, fue del irlandés Evan Ferguson.
Así, en apenas media hora, tras un cuarto de hora de superioridad incontestable, el Roma se devoró al Génova. Solo al final, en el minuto 87, el Génova pudo responder con un gol de Jeff Ekhator.
De Rossi volvió a casa y fue homenajeado, pero acabó con un sabor agridulce. El equipo que entrena ahora está a solo dos puntos del descenso tras tres derrotas seguidas. El equipo de su vida, en cambio, es cuarto, en puestos 'Champions'.












