Sura es un oasis de tradición coreana en medio de Escazú. Ubicado en el antiguo centro comercial Los Anonos, este restaurante ha construido su propuesta alrededor de la esencia más pura del BBQ coreano, alejándose de las tendencias y volviendo a las raíces.
A diferencia de otros lugares que ofrecen una amplia variedad de cortes de res, Sura se enfoca en dos pilares fundamentales de la cocina coreana: la panceta de cerdo y un estofado de res. Estos se cocinan en un gukmul bulpan, la sartén tradicional con un anillo lleno de caldo que hierve suavemente mientras la proteína se cocina al centro.
Es un formato clásico, humilde y profundamente cultural, tal como se consumía el barbecue en Corea antes del auge económico que hizo más accesible la carne de res. El menú funciona a través de menús combinados, donde elegís la proteína y te llega una mesa llena de acompañamientos, guarniciones y banchan, permitiendo una experiencia generosa y casera donde cada elemento tiene su propósito en el equilibrio del sabor.
El interior de Sura te transporta de inmediato fuera de Escazú. El espacio es amplio y cálido, decorado con paneles de madera geométricos retroiluminados y lámparas suaves que evocan el diseño tradicional coreano. Los estantes llenos de productos coreanos le dan un toque cotidiano, casi doméstico, mientras que las pantallas proyectando K-Dramas o K-Pop aportan ese contraste moderno tan característico de la cultura coreana actual.
Es un restaurante familiar y tranquilo, donde el foco está en la comida y en la experiencia del gukmul bulpan burbujeando en el centro de la mesa. Sura es, en esencia, un pedacito de Corea presentado con honestidad y calidez en medio de Escazú.
Algunas de las estrellas del menú son el Soontofu, una reconfortante sopa de tofu suave y picante; el Jang-eo gui, un combo de anguila con un equilibrio dulce-salado; y el Samgyupsal, el plato insignia de panceta de cerdo cocinada en la plancha tradicional bulpan, donde la carne se dora al centro y adquiere ese sabor tostado irresistible.
Sura es una invitación a sumergirse en la esencia más pura y auténtica de la cocina coreana, lejos de las tendencias y las adaptaciones, y a descubrir un pedazo de Corea en medio de Escazú.












