El fútbol portugués vuelve a estar en el centro de la polémica por una nueva controversia arbitral que perjudicó a Benfica en un partido clave. El volante colombiano Richard Ríos tuvo una destacada actuación, pero un error suyo y una jugada anulada de manera polémica terminaron costándole a su equipo.
Benfica enfrentaba al Sporting Braga en un duelo de alto voltaje por la cima de la tabla. Todo parecía indicar que los de Lisboa lograrían un importante triunfo, pero el arbitraje terminó siendo el protagonista.
En el minuto 29, Nicolás Otamendi abrió el marcador para Benfica, pero diez minutos después Rodrigo Zalazar empató el partido desde el punto penal. Sobre el final del primer tiempo, Pau Víctor puso el segundo tanto para Braga, luego de que Richard Ríos cometiera un error en la recuperación del balón.
Sin embargo, Benfica no se rindió y en el inicio del segundo tiempo logró igualar el marcador con un gol de Fredrik Aursnes. Los de Lisboa siguieron buscando el triunfo y en el minuto 74 llegó una jugada polémica.
Richard Ríos remató de media distancia, el portero Luká Horní ek soltó el balón y Prestianni lo empujó al fondo de la red. El colombiano fue a celebrar, pero el árbitro y el VAR anularon el gol de manera inexplicable.
Tras el partido, el volante Aursnes fue claro: "No fue falta de Richard Ríos y debería haber sido gol". Por su parte, José Mourinho, entrenador de Benfica, se mostró molesto y aseguró que su equipo "ganó 3-2 aquí".
Benfica termina el año en la segunda posición, a siete puntos del líder Porto. El próximo partido del equipo portugués será ante Estoril, el sábado 3 de enero.










