La muerte de Jeremías Monzón, un joven de 15 años, ha conmocionado a la ciudad de Santo Tomé, en la provincia de Santa Fe. Según las investigaciones, el chico fue emboscado y asesinado a puñaladas, recibiendo más de 20 heridas que le provocaron la muerte por shock hipovolémico, es decir, se desangró.
Lo más escalofriante de este caso es que los principales sospechosos del crimen son también menores de edad. La principal sospechosa es una adolescente de 16 años que había sido compañera de Jeremías en la escuela y con quien había vuelto a contactarse por redes sociales. Además, hay otros dos menores implicados, uno de los cuales ni siquiera es punible y del otro aún no se sabe si tiene edad para afrontar un proceso judicial. Incluso, se cree que uno de estos dos chicos filmó el ataque.
Según las fuentes de la investigación, el crimen ocurrió el 18 de diciembre pasado, cuando Jeremías viajó a Santa Fe para encontrarse con sus homicidas. Al día siguiente, sus familiares denunciaron su desaparición, y recién el lunes 22 de diciembre su cuerpo fue hallado en un galpón abandonado frente a la cancha auxiliar del Club Colón de Santa Fe.
La autopsia reveló que Jeremías murió por las más de 20 puñaladas que recibió, lo que le provocó una desangría fatal. Tras el hallazgo del cuerpo, las autoridades lograron identificar a los menores involucrados y este sábado se realizaron allanamientos en Santo Tomé y en el barrio Centenario de la capital provincial, donde se encontraron dispositivos electrónicos que serían clave para la investigación.
Como resultado de estos operativos, la principal sospechosa de 16 años y uno de sus cómplices, un menor inimputable, fueron detenidos. Este lunes, ambos enfrentarán audiencias en los tribunales santafesinos: el chico inimputable será escuchado por el juez, pero luego se irá sin consecuencias, mientras que la adolescente de 16 años será imputada por el homicidio de Jeremías y se determinará si se le impone una medida cautelar de encierro.
Familiares y amigos de la víctima han expresado su dolor y exigen justicia. "Él solamente salió a andar en bici y terminó en un lugar a donde no sabemos por qué fue. Cada día que pasa es peor que el anterior. Es desolador estar en casa, mirar por la ventana y ver que Jere no vuelve. Pedimos justicia y que el que haya hecho algo, que pague. Esto fue un homicidio premeditado: lo pensaron, lo citaron y lo mataron", contó Miriam, tía de Jeremías.
La investigación continúa para dar con el paradero del tercer menor implicado, cuya edad aún se desconoce si lo hace imputable o no. Sin duda, este caso ha conmocionado a la comunidad y ha puesto en evidencia la gravedad de la violencia que puede llegar a ejercer incluso entre adolescentes.
