El comercio exterior de Costa Rica enfrentó un 2025 marcado por la convulsión en las reglas del intercambio comercial. Mientras las exportaciones mostraron capacidad de adaptación y resistieron el endurecimiento arancelario impuesto por Estados Unidos, la inversión extranjera directa (IED) acusó con mayor rapidez los efectos de la incertidumbre y la redefinición de las reglas del comercio global.
El año pasado, el país enfrentó un aumento del arancel para el ingreso de sus productos al mercado estadounidense, que pasó del 0% a un 10% y luego se elevó hasta un 15%. Esta medida punitiva se mantuvo pese a dos rondas de negociación lideradas por el Ministerio de Comercio Exterior (Comex), ya que Costa Rica mantiene un "superávit comercial" con Estados Unidos.
No obstante, las exportaciones costarricenses lograron mantener una senda de crecimiento, con variaciones interanuales del 15,26% al mes de octubre, según datos del Banco Central de Costa Rica (BCCR). Esto se debió, en parte, a que los exportadores se adelantaron a la primera imposición arancelaria y cerraron contratos antes de que se diera a conocer el gravamen correspondiente.
Sectores clave como el de dispositivos médicos, que sostiene gran parte de las exportaciones nacionales, también mostraron un desempeño positivo, con crecimientos del 29% hacia Estados Unidos y 31% a nivel global en los primeros tres trimestres del año.
"Por medio de la diversificación, tanto de productos como de mercados, logramos de alguna manera mitigar los impactos internacionales", explicó Laura López, gerente de la Promotora de Comercio Exterior (Procomer).
Sin embargo, el panorama no es tan alentador en el frente de la atracción de IED. Al cierre del primer semestre, los flujos de inversión extranjera directa generaron un ingreso de $2.066 millones, lo que representa un descenso del 7% en comparación con el mismo periodo del año anterior.
Según López, este comportamiento responde a la naturaleza altamente fluctuante de la IED y a su dependencia de las condiciones que impone el entorno internacional. "Es una caída bastante lógica frente a una coyuntura internacional como la actual", sostuvo la jerarca de Procomer.
Los préstamos de las multinacionales instaladas en Costa Rica hacia sus casas matrices y la incertidumbre internacional fueron los dos principales factores que incidieron negativamente en el desempeño de la inversión. Además, la IED en el país se sostiene principalmente a través de reinversiones de compañías ya establecidas, mientras que los proyectos nuevos tienden a adoptar una postura más conservadora.
"Las empresas suelen postergar nuevas inversiones cuando la política comercial se vuelve incierta", apuntó López.
Ante este panorama, el Gobierno costarricense ha tomado medidas para evitar nuevas sanciones arancelarias, como presentar argumentos en la consulta abierta por Washington para demostrar que los productos del país no representan una amenaza para la seguridad de Estados Unidos. Asimismo, se han enfocado en fortalecer la competitividad y la resiliencia de la cadena de suministro.
Sin embargo, la política comercial hacia Costa Rica se ha endurecido, y el país aún aguarda la resolución del Departamento de Comercio estadounidense sobre la posible eliminación parcial o total del arancel punitivo del 15%.
