El Cádiz ha dejado de ser un equipo dubitativo para convertirse en un bloque de hormigón armado bajo la dirección de Gaizka Garitano. Lo que comenzó como una etapa de transición se ha transformado en un crecimiento exponencial que hoy sitúa al equipo gaditano como uno de los 'ogros' de la Segunda división.
Los números no solo hablan de mejora; hablan de una 'dictadura' defensiva y competitiva que ha cambiado el destino del club en apenas doce meses. La llegada de Garitano ha traído consigo una obsesión por el orden que ha dado frutos históricos. El Cádiz se ha consolidado como el equipo del fútbol profesional español con más porterías a cero en lo que va de año, con 17 en total.
Esta solidez se traduce en una estadística demoledora: el equipo es el primero en mejor xG (goles esperados) de goles recibidos (-6,4) en la temporada 25/26. Esto significa que el Cádiz no solo encaja poco, sino que concede poquísimas ocasiones claras de gol a sus rivales.
Además, la evolución respecto al año anterior es, sencillamente, la mayor de la categoría. El Cádiz presenta una diferencia de +9 puntos respecto a la temporada pasada, la mejor mejoría de Segunda. Este impulso ha colocado al equipo en el podio del rendimiento anual.
Por último, es el segundo equipo que más puntos ha sumado en el año natural en LaLiga Hypermotion y, a su vez, presenta la tercera mejor media de puntos por partido de todo el año. El Cádiz de Gaizka Garitano ha recuperado la identidad del 'submarino amarillo': un equipo difícil de batir, tácticamente disciplinado y con una eficacia que lo convierte en el rival a evitar. El ascenso ya no es un sueño, es una consecuencia estadística del trabajo bien hecho.






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