La legendaria banda de rock progresivo Pink Floyd ha sido siempre sinónimo de éxitos musicales, innovación y una conexión única con su público. Sin embargo, detrás de esa obra monumental existió un largo historial de tensiones internas que marcaron profundamente la relación entre sus integrantes y terminaron fracturando a la banda.
Uno de los episodios más recientes de este conflicto interno salió a la luz cuando el guitarrista David Gilmour acusó a su excompañero Roger Waters de copiar el trabajo de otro músico en una de las composiciones más emblemáticas de Pink Floyd.
Según Gilmour, la canción "Comfortably Numb", incluida en el álbum "The Wall" de 1979, contiene elementos musicales y líricos que Waters habría tomado sin crédito del músico británico Roy Harper. Esta no es la primera vez que se señala una supuesta apropiación indebida por parte de Waters, quien siempre ha sido considerado el cerebro creativo detrás de las obras más aclamadas de la banda.
Las tensiones entre Gilmour y Waters se remontan a los inicios de la década de 1980, cuando las diferencias creativas y personales entre ambos músicos comenzaron a minar la unidad del grupo. Tras la salida de Waters en 1985, Pink Floyd continuó su actividad con Gilmour como líder, pero nunca logró igualar el éxito y la trascendencia de sus trabajos anteriores.
Ahora, décadas después, las viejas heridas parecen estar lejos de cicatrizar. Gilmour ha acusado abiertamente a Waters de apropiarse indebidamente del trabajo de otros artistas, lo que ha reabierto una vieja disputa que parece lejos de resolverse.
Los fanáticos de Pink Floyd, que han disfrutado durante décadas de la música icónica de la banda, se ven una vez más envueltos en las tensiones y conflictos que han marcado la historia de uno de los grupos más influyentes del rock.











