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La historia detrás del bolero cubano "Dos gardenias

La historia detrás del bolero cubano "Dos gardenias
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La historia detrás del bolero cubano "Dos gardenias"

Isolina Carrillo, la compositora de uno de los temas más emblemáticos de la música latinoamericana, tuvo una vida marcada por el talento y los prejuicios raciales de su época.

Si se elaborara una lista de los grandes clásicos de la música cubana, el bolero "Dos gardenias" ocuparía sin duda un lugar privilegiado entre las piezas más representativas y universales del género. Su autora, la habanera Isolina Carrillo, nacida el 9 de diciembre de 1907 en la barriada del Vedado, se convertiría en una de las artistas mejor pagadas de su época y la primera en componer un jingle radial publicitario en Cuba.

La vida de Isolina Carrillo estuvo marcada por su talento indiscutible y, al mismo tiempo, por la constante lucha contra los prejuicios raciales de su tiempo. Mucho antes de descollar como la compositora de una de las canciones más emblemáticas de la música latinoamericana, la precoz pianista había sido pareja amorosa del remediano Alejandro García Caturla. Según afirman sus biógrafos, la relación se vio truncada debido a la oposición de su propia madre, quien le reprochó que "una negra jamás podría ser feliz casándose con un hombre blanco".

Hacia mediados de los años 30, Isolina también se dedicó a la pedagogía de jóvenes músicos que más tarde se convirtieron en grandes estrellas del pentagrama. Cuenta la investigadora Carmela León en su libro "Dos gardenias" que, a modo de broma, solía guardar cerca del piano una pistola calibre 22 descargada para "quebrar las tensiones" a la hora de impartir sus clases. Cuando alguno de ellos no asimilaba las debidas indicaciones, tomaba el revólver y les espetaba: "Si no cantas como yo quiero, te mato aquí mismo".

Uno de los episodios más significativos en la vida de Isolina está relacionado precisamente con el apogeo de la radio en Cuba, época en la que trabajó como pianista de la RHC Cadena Azul, propiedad del magnate cigarrero Amado Trinidad, la emisora pionera en pagar sumas considerables a sus artistas para mantener el rating de audiencia frente a los rivales de la CMQ.

Tras aceptar las disculpas del empresario, Isolina retomó su puesto en la cadena de Trinidad y se convirtió en la repertorista mejor pagada de su época. Fue la pianista oficial de las novelas radiales en vivo, la directora principal de la Orquesta Típica Gigante de la RHC y la primera compositora de un jingle cubano para el jabón Camay, de la firma Sabatés. Su prestigio y reconocimiento dan al traste con el discurso oficial posterior que absolutiza el hecho de que los artistas negros contaban con nulas oportunidades de alcanzar éxito y fama antes de 1959.

En la obra de Isolina Carrillo destacan temas como "Miedo de ti", "Sombra que besa", "Viviré para quererte" y otros tantos que demostraban su talento y oído absoluto para unir lo íntimo con lo colectivo y lo comercial con lo artístico, pero sin dudas fue "Dos gardenias" su mayor éxito internacional. En muy pocas ocasiones la compositora reveló a la prensa el motivo real que la inspiró para componer el célebre bolero cargado de símbolos y metáforas que aluden a la lealtad o al amor traicionado, pero sus biógrafos aseguran que fue la consecuencia de una amarga decepción sufrida con uno de sus alumnos.

Resulta que el referido discípulo, de nacionalidad colombiana, había solicitado la ayuda de Isolina para darle forma a una canción que utilizaba a las gardenias como figura simbólica principal, a lo que ella accedió gustosa. Sin embargo, más tarde el joven organizó una fiesta en su residencia para festejar su cumpleaños y le negó la entrada a la compositora por motivos raciales, incluso llegó a apagar las luces mientras ella se hallaba en la misma puerta del apartamento. Carrillo respondió el agravio componiendo su gran obra maestra.

Un tiempo después, cuando "Dos gardenias" ya se consolidaba como una de las canciones más emblemáticas de su género, el antiguo pupilo se le acercó con desfachatez para solicitarle empleo, pues se hallaba en una situación económica bastante precaria. Se dice que Isolina puso un billete en sus manos y le espetó: "Yo tengo una cosa para ti, es un bolero que se titula Dos gardenias y que se ha hecho tan popular que te va a perseguir por todo el mundo, pues donde quiera que vayas lo vas a oír, aunque no quieras. Escúchalo, y así siempre te acordarás de mí".

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