Crisis energética en Cuba: Apagones prolongados y déficit de generación eléctrica

Cuba enfrenta una grave crisis en su sistema eléctrico, con apagones prolongados y un déficit significativo en la capacidad de generación. Según información de la Unión Eléctrica (UNE), el servicio se vio afectado durante 24 horas el día de ayer, con una máxima afectación de 2.171 MW a las 18:20 horas, superior a lo planificado debido a la falta de entrada en servicio de la unidad 6 de la central termoeléctrica (CTE) Mariel.

La producción de energía de los 34 nuevos parques solares fotovoltaicos fue de 2.903 MWh, con 584 MW como máxima potencia entregada. Sin embargo, esto no fue suficiente para cubrir la demanda, que alcanzó los 2.250 MW, con 906 MW afectados por déficit de capacidad.

Las principales incidencias incluyen averías en las unidades 5, 6 y 8 de la CTE Mariel, así como en la unidad 2 de la CTE Felton. Además, se reportan problemas por falta de combustible en 102 centrales de generación distribuida, con 977 MW afectados, y limitaciones en la generación térmica por un total de 1.214 MW fuera de servicio.

Para el horario pico de este domingo, la UNE estima una disponibilidad de 1.490 MW y una demanda máxima de 3.350 MW, lo que implicaría un déficit de 1.860 MW y una afectación de 1.890 MW. Esto se debe a la falta de entrada en servicio de algunas unidades y a los problemas de abastecimiento de combustible y lubricantes.

La situación es crítica y preocupante, con apagones que superan las 20 horas diarias en algunas provincias. Los comentarios de los usuarios reflejan el malestar y la desesperación de la población, que exige soluciones urgentes a las autoridades. Algunos señalan que la crisis energética es peor que un "castigo" y que Fidel Castro no hubiera permitido esta situación.

La falta de información transparente y la percepción de que los circuitos prioritarios benefician más a los objetivos económicos que a los hogares y servicios esenciales, como hospitales, agravan aún más la crisis. Es evidente que la situación del sistema eléctrico cubano requiere de una revisión y una planificación más eficiente para garantizar un suministro eléctrico estable y confiable a la población.