La Selección Panameña Sub-17 está demostrando un compromiso inquebrantable con su objetivo de clasificar al Mundial de la categoría. Mientras el resto de la población disfruta de las festividades de fin de año, este grupo de jóvenes futbolistas ha decidido mantener un ritmo de entrenamientos intensivo para llegar en óptimas condiciones al Clasificatorio de la CONCACAF 2026, que se disputará en febrero en el estadio Rommel Fernández.
El plan de trabajo trazado por el director técnico Felipe Baloy y su cuerpo técnico no deja espacio para flojeras. La preselección entrenó la semana pasada y retomó sesiones este lunes 22 y martes 23. Esta semana continuarán los días 26, 27, 28, 29 y 30 de diciembre, deteniendo solo el 24, 25 y 31 por Navidad y Año Nuevo.
"El boleto al Mundial no se regala", es el mensaje que resuena entre los 35 jugadores convocados, provenientes de clubes como Plaza Amador, Tauro, Independiente, Sporting, San Francisco, Universitario, Alianza, Veraguas United y academias del país. Cada sesión es una evaluación constante, donde los jóvenes talentos se disputan un lugar en la alineación titular.
El gran reto está marcado en el calendario: el jueves 5 de febrero, Panamá debutará en el Clasificatorio Sub-17 de CONCACAF frente a Dominica en el Rommel Fernández. El torneo no solo define orgullo, también el pase a la Copa Mundial Sub-17 de la FIFA Catar 2026. Por eso, el equipo nacional no quiere llegar corto de preparación.
Nombres como Adamir Aparicio, Luis Ledezma, Luis Rodríguez, Ismael Hinestroza, Emanuel Edwards, Renso Reyes, Johan Andrade, Josmil Alderete, Elías Bustamante, Cristian Ibarra, Ian Lucca Centella, Anderson Ojo, Jossimar Insturain, Jaffet Valles, Lucas Norte, Alfredo Maduro, Yadath Justiniani, Lucio Ceballos, Fiorentino Tizzoni, Jorge Aguilar, Estevis López, Gabriel Quiroz, Oliver Pinzón, Joseph López, Jasio Jordan, Eric Ramos, Ronaldo Matos, Dylan Martínez, Giovani Rodríguez, Emanuel Rodríguez, Manuel Jiménez, Steven Arboleda, Andrés Castillo y Jassir Feliciano, son algunos de los jóvenes que buscan ganarse un lugar en la convocatoria final.
Sin duda, el compromiso y la determinación de este grupo de jugadores es digno de admiración. En un momento en el que muchos disfrutan de las vacaciones, ellos han decidido anteponer sus sueños y objetivos deportivos, entregándose por completo a los entrenamientos. Este nivel de dedicación y sacrificio es el que se requiere para alcanzar el éxito en el fútbol de alto rendimiento.
