Los astrónomos internacionales han obtenido la imagen más completa hasta la fecha de los misteriosos filamentos que rodean la gigantesca galaxia M87, utilizando el Gran Telescopio de Canarias y otros observatorios. Estos hallazgos revelan cómo estas estructuras se mueven, evolucionan e interactúan con el entorno galáctico y la actividad del agujero negro supermasivo central.
M87 es una galaxia elíptica supergigante situada a 55 millones de años luz de distancia, conocida por albergar un agujero negro supermasivo de 6.500 millones de masas solares en su núcleo. Este motor cósmico es responsable de lanzar potentes chorros de partículas que se extienden más allá de la propia galaxia.
El equipo internacional de astrónomos combinó observaciones del Gran Telescopio de Canarias (GTC) y el Telescopio Canadá-Francia-Hawái (CFHT) para estudiar en detalle estos filamentos. Utilizando el instrumento MEGARA del GTC, pudieron analizar tanto los filamentos cercanos a los chorros actuales del agujero negro, como otros más alejados en un entorno más tranquilo.
Los resultados muestran que los filamentos cercanos al centro están agitados por pequeños movimientos locales, probablemente causados por explosiones de supernovas. En cambio, el filamento exterior más alejado se mueve de forma más estable y uniforme, y parece estar relacionado con un chorro anterior de un periodo de actividad pasado del agujero negro.
Además, la composición química del gas en los filamentos varía, siendo más afectada por la actividad del agujero negro en las regiones más cercanas al centro galáctico.
"Estas nuevas observaciones nos han ayudado a determinar cómo los flujos del agujero negro de M87 dan forma y energizan estos filamentos", explica Marie-Lou Gendron-Marsolais, coautora del estudio. "Son pruebas 'vivas' de cómo el agujero negro afecta a la galaxia, incluso lejos de su núcleo".
Los resultados, publicados en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, muestran que una combinación de procesos, como los chorros, las explosiones estelares y la interacción entre el gas caliente y el frío, actúan conjuntamente para dar forma y mover estas delgadas estructuras que rodean a la enigmática galaxia M87.












