Un equipo de investigadores de la Universidad Rockefeller, liderado por la científica Priya Rajasethupathy, ha realizado un descubrimiento revolucionario sobre los mecanismos genéticos que regulan la capacidad de concentración.
El estudio, calificado como un "esfuerzo hercúleo" por sus autores, identificó una variante clave en el gen Homer1 que actúa como un filtro, silenciando el "ruido" cerebral o la actividad neuronal irrelevante. De esta forma, la mente se enfoca con una precisión inédita, permitiendo a los individuos más atentos presentar menos actividad en la corteza prefrontal, en contraposición a la creencia generalizada de que la mayor concentración se asocia a una mayor actividad en esta región.
Al reducir el "ruido" de fondo, las neuronas conservan su energía para activarse únicamente ante señales importantes, creando un estado mental similar al que se alcanza con la meditación profunda. Este hallazgo abre la puerta a una revolución en el tratamiento del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).
Mientras que las terapias actuales se basan en fármacos estimulantes, el descubrimiento de este mecanismo en el gen Homer1 permitiría desarrollar medicamentos diseñados para calmar y filtrar, en lugar de acelerar el sistema nervioso. El objetivo es alcanzar ese "silencio productivo" que permite al ser humano bloquear las distracciones y responder con mayor exactitud al entorno.
El estudio, que utilizó la diversidad genética de 200 ratones para imitar la complejidad humana, rompió los paradigmas de la neurociencia actual al demostrar que los individuos más atentos no presentan mayor actividad en la corteza prefrontal, sino menos. Este hallazgo abre nuevas perspectivas en la comprensión y el tratamiento de los trastornos de atención, con el potencial de mejorar significativamente la calidad de vida de millones de personas en todo el mundo.
