Lucas Alario, delantero de Estudiantes, se convirtió en el héroe inesperado al anotar un doblete agónico que le dio la victoria a su equipo sobre Platense en el Trofeo de Campeones. El atacante, que venía atravesando un largo sequía goleadora, entró en los últimos minutos del partido y marcó los dos tantos que le dieron el título a su equipo.
Apenas una semana después de consagrarse campeón del Torneo Clausura, Estudiantes volvió a festejar al imponerse por 2-1 a Platense en el Trofeo de Campeones. El partido se jugó en San Nicolás y tuvo a Lucas Alario como la gran figura.
El delantero, que había conseguido apenas un gol en los últimos 10 meses, ingresó en el tramo final del encuentro y se convirtió en el salvador de su equipo. A los 34 minutos del segundo tiempo, Alario empujó la pelota con un cabezazo para empatar el partido y forzar la prórroga. Pero el ex River Plate no se conformó con eso y, en el primer minuto de adición, definió cruzado tras un tiro de esquina para darle la victoria a Estudiantes.
"Es complicado cuando el gol no llega, porque a los delanteros se nos exige eso. Vivimos en un fútbol mucho más moderno y distinto respecto al de mis inicios, y convivimos en una sociedad muy pasional. Hay que tener tranquilidad, trabajar y no volverse loco. Tener la humildad y la educación de saber esperar y aportar desde otro lado", fueron las primeras palabras de Alario tras el partido.
El atacante, de 30 años, tuvo un paso complicado por Europa, donde no logró repetir las actuaciones que lo consagraron en River Plate. Luego de pasar por Bayer Leverkusen y Eintracht Frankfurt, Alario regresó a Argentina para vestir la camiseta de Estudiantes, donde ahora se convirtió en el héroe inesperado.
Con este doblete, Alario se sumó a Manuel Pelegrina (1946) y Marcos Conigliaro (1969) como los únicos jugadores que marcaron dos goles por Estudiantes en una definición por un trofeo. Una hazaña que le permitirá al delantero ganarse un lugar en el corazón de la hinchada pincharrata.
