Los Gigantes del Cibao llegaron al Estadio Julián Javier con el agua al cuello, pero salieron de él con oxígeno puro tras vencer 4-1 a los Leones del Escogido en un partido clave por la clasificación al Round Robin de la Liga Dominicana de Béisbol (LIDOM).
El triunfo no solo es una raya más en la columna de victorias de los Gigantes, sino también un mensaje directo a los Tigres del Licey: la lucha por el último boleto al Round Robin será una guerra de nervios hasta el último out.
El punto de inflexión del partido llegó en el cuarto episodio, cuando Deyvison de los Santos conectó un doble de dos carreras que rompió el empate y le dio la ventaja a los visitantes, una ventaja que su cuerpo monticular se encargó de proteger con uñas y dientes.
La estrategia del director técnico de los Gigantes fue clara: no dar libertades. Hasta siete lanzadores desfilaron por la lomita para maniatar a una ofensiva escarlata que venía inspirada con tres triunfos al hilo. Cristopher Molina cumplió con una apertura corta pero efectiva de 3.2 entradas, dejando el escenario listo para que el relevo hiciera su magia.
Destacó el trabajo de veteranos como Fernando Abad y Jimmy Cordero, quienes aplicaron la "ley del ex" retirando episodios sin permitir libertades a su antiguo equipo. Blake Weiman se acreditó el triunfo tras apagar un fuego en el cuarto inning, mientras que Reymin Guduán, aunque permitió una carrera en el noveno impulsada por Freuddy Batista, logró cerrar la puerta antes de que el Escogido pudiera montar una rebelión seria.
Con este resultado, los Gigantes (21-26) empatan nuevamente con el Licey en la tabla de posiciones. Ambos conjuntos se encuentran a tan solo medio juego del cuarto lugar clasificado, restando apenas tres partidos para que baje el telón de la serie regular.
La derrota es un trago amargo para el Escogido (22-26), que aunque sigue aferrado a la cuarta posición, siente ahora el aliento de dos perseguidores que no parecen dispuestos a ceder. La inconsistencia ofensiva le pasó factura a los melenudos, que solo pudieron descifrar el pitcheo cibaeño cuando ya el daño estaba hecho.
El desenlace de la temporada regular dominicana entra en su fase más cruda. Ya no valen las proyecciones, solo las victorias.






